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Albertina Calazacón se para en un puente de Chigüilpe para hablar sobre ese río contaminado.Gustavo Guamán

Santo Domingo de los Tsáchilas sufre por la contaminación de sus ríos

En Chigüilpe ya no se pesca desde que la basura ha matado la vida en sus ríos. La contaminación llega desde la ciudad y baja hasta territorio tsáchila

Las comunidades de la nacionalidad tsáchila han visto morir, poco a poco, los ríos que bañan a sus territorios. Y la señal más alarmante de esta situación es la ausencia de vida en sus aguas.

“Nuestra costumbre era llegar al río y pescar para la comida diaria. Ahora, eso es imposible”, comenta Ruby Calazacón, habitante de la comunidad Chigüilpe, ubicada en la zona sur de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Este sector ha sido el punto más afectado por la contaminación ambiental que sufren los afluentes de esta provincia. Con la llegada de miembros de la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional hasta este territorio se evidenció aún más lo que se ha vivido durante décadas.

Según las autoridades, el 75 por ciento de los afluentes está sucio. Es decir, que de los 44 ríos de Santo Domingo, 33 de ellos no son aptos para quienes habitan en sus alrededores.

Los antecedentes de la contaminación

Este tipo de desechos se quedan impregnados en las rocas de los afluentes.Gustavo Guamán

Ruby Calazacón ha residido toda su vida en Chigüilpe. Ella labora en la iglesia católica de esa zona y junto a su familia tienen su hogar cerca del río que bautiza a esta comunidad.

“La contaminación se evidencia en dos momentos. El primero es cuando el río crece, lo que provoca que llegue más basura”, explica la moradora. El segundo momento surge cuando el caudal disminuye y, producto del calor, el lodo empieza a secarse. Esto provoca un mal olor realmente insoportable, precisa Ruby.

Ella explica que el agua del Chigüilpe no es apta para el consumo humano. Pero no tiene más opción que utilizarla para lavar la ropa suya y la de sus seres queridos.

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¿Por qué? Pues en esta comunidad no cuentan con agua potable. Así lo explica Yuliana Calazacón, quien también tiene su casa cerca del río Chigüilpe. “Hemos optado siempre en buscar pozos de agua, cavando en la tierra, o esteros que se encuentren limpios, para abastecernos”.

Yuliana coincide con su vecina Ruby al decir que del afluente se desprenden olores insoportables. Pero también hay algo que preocupa a esta residente: las secuelas en la piel que generalmente sufren los residentes. “Muchas veces nos sale sarpullido”.

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La joven recuerda que hace tiempo llegó un grupo de investigadores para analizar el agua y les explicaron que todo estaba en perfectas condiciones. “Pero no es así, el río está contaminado”.

Y Yuliana no miente. EXTRA recorrió un tramo del río Pove que se une con el Chigüilpe y constató la queja de los habitantes. Se miraban plásticos que colgaban de los ramales de las orillas, cartones e incluso llantas de automóviles.

El origen del problema

Estas son las condiciones en las que se encuentran las plantas de tratamiento de aguas residuales primarias.Gustavo Guamán

Durante 50 años, Chigüilpe ha sido la desembocadura de los desperdicios que se generan en la ciudad de Santo Domingo, capital provincial. “Hay ríos que atraviesan el casco urbano y es ahí donde se arroja toda clase de desperdicios”, explica Albertina Calazacón, presidenta de esta comunidad.

Según la dirigente, los afluentes que principalmente son el blanco para arrojar basura son el río Verde y el Pove. Estos corren directamente hasta la parte sur de la ciudad y llegan finalmente a sus vecinos, precisa Albertina.

Ella detalla que desde 2014 la situación se agravó debido al crecimiento desmesurado que ha tenido la ciudad. “Desde entonces hemos luchado para que se nos dé una solución al problema. Sin embargo, no hemos tenido oídos”.

Ante esto, Verónica Narváez, directora de Gestión Ambiental de la Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas, no niega que se registran altos niveles de contaminación, pero señala que mediante estudios realizados se ha confirmado algunos aspectos. Uno de ellos, a decir de la funcionaria, es que el daño ambiental en los afluentes no tienen que ver con industrias, sino más ligados a los desechos de hogares y negocios.

“Se hicieron análisis de laboratorio y en el río Chigüilpe se comprobó que no hay aceites o grasas, objetos sólidos. El parámetro fuera de lo normal son coliformes totales, es decir, que en el río hay microorganismos o bacterias producto de las aguas residuales”, informó Narváez.

El otro aspecto que lleva a una contaminación ‘perpetua’ de los ríos es la gran cantidad de zonas de desfogue de basura y desechos que tiene la ciudad. A decir de Narváez, y después de hacer un estudio, en diferentes sitios de la ciudad existen más de 1.400 puntos de descarga de desechos y también hay cerca de 200 plantas de tratamientos primarias de los desechos (ver infografía).

Sin embargo, un gran problema que atraviesa la ciudad es que, según la representante del área de medioambiente de la provincia, existe una planta de tratamiento principal que hasta ahora no entra en funcionamiento.

Estos desechos sí enferman a la gente

Ni los letreros con advertencias sirven para concienciar a las personas.Gustavo Guamán

Para Víctor Álvarez, expresidente del Colegio de Médicos de Pichincha, este tipo de contaminación es la que más afecta a una población que se ve perjudicada por ello. “Si bien es un tema no industrial (dentro de Santo Domingo de los Tsáchilas), hay que tomar en cuenta que la característica de este tipo de desechos son de índole urbana”.

Eso pone en evidencia, a decir de este reputado médico, una mala disposición de la basura que se recoge y un pésimo tratamiento de las aguas servidas.

Con respecto a los microorganismos o coliformes que se evidenciaron en los estudios realizados por las autoridades, Álvarez explica que estos se mantienen en los ríos y no necesariamente llegan al ser humano por beber el agua contaminada. “Tomemos en cuenta que estos ríos pueden ser usados para regar plantas y es ahí donde llegan estas bacterias”.

Además, la basura siempre se descompondrá, lo que generará toxinas nocivas para la salud del ser humano, puntualiza este galeno capitalino.

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