La mañana del 31 de mayo del 2023, faltando quince minutos para las 7:00, dos niñas fueron raptadas violentamente de un carro a pocos pasos de una escuela en Puerto Limón, Santo Domingo de los Tsáchilas. Como todos los días, las menores iban acompañadas de un par de familiares que siempre las llevaban a clases.

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No obstante, justo antes de llegar a su destino, un grupo de delincuentes intentó ingresar a la fuerza a un conjunto habitacional de la zona. Los criminales no lograron entrar por lo que decidieron llevarse a las pequeñas, que justo estaban allí. Los secuestradores se movilizaban en cuatro automóviles y, pese a las súplicas de su familia, raptaron a las menores y huyeron con rumbo desconocido.

“!Ahí se llevan a mis niñas!", gritó una de las mujeres que iba con ellas. Aunque no pudo hacer nada en ese momento, actuó rápido y pidió ayuda a las autoridades. Tras algunos minutos de búsqueda, lograron reconocer al campanero de la banda quien, al ser capturado, habló en contra de sus cómplices.

La Policía rescató a las niñas y capturó a Francisco Javier Zurita Jácome, un hombre con antecedentes y que ya había participado en varios asaltos, extorsiones y, además, era responsable de ‘vacunas’ a taxistas del sur de Quito.

De hecho, en medio de sus investigaciones, las autoridades lograron identificar que Zurita fue integrante de una peligrosa banda criminal. Las pesquisas señalaban a esta persona como un supuesto exmiembro de 'Los Lobos'.

En efecto, él fue objeto de una investigación policial que se ejecutó por varios meses en 2020 por extorsión. No obstante, finalmente el caso en su contra fue suspendido por falta de pruebas dos años más tarde y quedó en libertad. Sin embargo, su nombre volvió a aparecer hace una semana, cuando fue parte del comando criminal que secuestró a las dos niñas.

Tras ser detenido por ese hecho, Zurita permanecía en una zona de aislamiento a la espera de su traslado a un centro carcelario. Aunque estaba en este lugar para protegerlo, a la unidad judicial en la que encontraba recluido, ingresaron este lunes 5 de junio tres sujetos, quienes le dispararon en al menos cinco ocasiones. El presunto secuestrador murió desangrado en su celda.

Los gatilleros que acabaron con su vida son investigados y una de las motocicletas en la que se trasladaban es una de las principales pistas de las autoridades para dar con los responsables. 

"La falta del presupuesto ha impedido contratar seguridad para esa dependencia judicial y esto se constituye en un riesgo inminente para la integridad y la vida de los usuarios y los servidores del sistema de justicia", informó sobre este hecho el Consejo de la Judicatura.

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