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Fundación de Guayaquil: la ciudad costera que nació al pie del Chimborazo
Guayaquil cumple 488 de Fundación. ¿Qué sabes sobre este evento? Estudiosos de la historia guayaquileña aclaran mitos, verdades y otros detalles acerca del nacimiento de una urbe que no siempre fue porteña.
La historia de Guayaquil aún tiene algunos detalles que deben ser contados y aclarados sobre su origen y evolución, pues en torno a su fundación existen varios relatos (algunos reales; otros nacidos del imaginario y el folclor popular) que forman parte de la memoria y los libros de historia sobre la ciudad.
¿Sabía que antes de llegar a su asentamiento final, la ciudad pasó por varios procesos de traslado y conflictos que marcaron el desarrollo en sus primeros años de existencia? ¿Cuál es la historia real acerca del nombre Guayaquil? ¿Quiénes fueron los personajes que resaltaron a lo largo de su proceso fundacional?
En la celebración de los 488 años de fundación, Diario EXTRA consultó a Gabriel Fandiño, Ángel Emilio Hidalgo y Ezio Garay, reconocidos cronistas de la urbe porteña, para desentrañar la verdadera historia del nacimiento y crecimiento de una ciudad que surgió en la Sierra ecuatoriana y se fue moviendo, a veces voluntariamente y otras a fuerza de lanza y flecha, hasta llegar a las riberas del manso río Guayas. Estos son algunos datos de la historia que todo guayaquileño madera de guerrero debe conocer.
Ciudad de altura
El primer territorio que ocupó lo que ahora se conoce como Guayaquil no estaba en la Costa ecuatoriana, sino a 2.700 metros de altura, en una llanura cercana a lo que hoy se conoce como Colta, en la provincia de Chimborazo, muy cerca de la actual Riobamba. La ciudad nació con el nombre de Santiago de Quito y duró menos de un año en este emplazamiento, ante de empezar su descenso hacia el nivel del mar. Actualmente en el sitio está ubicada la iglesia Balbanera.
Fundada en agosto
Investigaciones históricas han demostrado que la verdadera fecha de fundación de la ciudad fue el 15 de agosto de 1534, tres años antes de la fecha aceptada como oficial. La confusión se debe a los cambios de ubicación que el poblado sufrió en sus primeros años de existencia. No obstante, en la época de la conquista española era común la creación de ciudades que luego eran trasladadas a sitios estratégicos, aunque esto no implicaba necesariamente una refundación.
Almagro, el fundador
Francisco de Orellana es conocido oficialmente como el fundador de la ciudad de Guayaquil. Sin embargo, el recuento histórico demuestra que en realidad fue Diego de Almagro quien la creó y asentó provisionalmente cerca de Riobamba, por pedido del gobernador Francisco Pizarro. Desde un inicio, el plan fue moverla a una ubicación cercana al mar, tarea que fue adelantada primero por Sebastián de Benalcázar y finalmente terminada por Orellana, quien se quedó con todo el crédito.
Reasentamientos
Tras su primer intento de asentamiento, la ciudad se movió a orillas del río Amay (ahora Babahoyo) y pasó a llamarse Santiago de la Culata. Un nuevo traslado (1537) la llevó a la desembocadura del río Yaguachi, adoptando el nombre de Santiago de Nueva Castilla. Y el traslado final ocurrió en 1543, estableciéndose al pie del entonces llamado Cerrito Verde, actual cerro Santa Ana, donde adoptó el nombre definitivo de Santiago de Guayaquil.
Fiesta Patronal
Pese a no ser su fecha real de fundación, el 25 de julio de 1535 es considerado como el día oficial de conmemoración, por ser el día del patrono de la ciudad, Santiago Apóstol. En 1929 el cabildo conformó una comisión para establecer la fecha correcta de creación. Pese a las investigaciones, no se logró determinar una fecha exacta, por lo que se recomendó mantener el 25 de julio como día oficial, al considerar innecesario cambiar una costumbre fuertemente arraigada en los habitantes.
Resistencia aborigen
Durante los primeros años de fundación, el principal enemigo de las fuerzas imperiales españolas por el control del territorio de Guayaquil fue la cultura chono. Los indígenas se negaban a subordinarse a la autoridad extranjera y en varias ocasiones atacaron y destruyeron por completo el asentamiento de la ciudad. Esta férrea resistencia causó que el poblado sea abandonado y trasladado en varias ocasiones, para evitar los enfrentamientos.
Historia se quemó
Debido a los asedios y ataques de las tribus indígenas, que destruyeron en más de una ocasión los asentamientos de la ciudad, existen pocos documentos históricos previos a 1634. Además, el Gran Incendio de 1896, que quemó la mitad de Guayaquil, se llevó el archivo de la parroquia La Concepción, que guardaba el registro de los primeros habitantes de la urbe. En 1902, otro flagelo destruyó el archivo de la Aduana, que contenía información sobre la actividad comercial de la ciudad.
De rojo y blanco
Los colores celeste y blanco que representan a Guayaquil en la actualidad, no fueron los primeros en la bandera de la ciudad. En los años posteriores a su fundación, Guayaquil utilizó una bandera roja con la cruz de Borgoña en blanco. Esta cruz representaba al Imperio español en sus territorios conquistados. No fue hasta su independencia el 9 de octubre de 1820 que Guayaquil pasó a usar su bandera actual.
Del Cerro hacia el sur
Al inicio de su asentamiento definitivo en lo que hoy es el cerro Santa Ana, la ciudad se extendía solo desde las faldas del mismo hasta lo que hoy se conoce como barrio Las Peñas. Los problemas provocados por la caída de lodo y piedras durante las épocas lluviosas, así como el crecimiento poblacional, hicieron que la ciudad se fuera extendiendo a lo largo del actual malecón, en dirección hacia el sur, a lo que en aquel tiempo se llamó Ciudad Nueva.
‘Huaillakil’
Una de las historias más generalizadas del folclor popular acerca del origen del nombre de la ciudad es la de un cacique indígena llamado Guayas y de su amada esposa Quil, los cuales gobernaban este territorio. Sin embargo, el nombre en realidad proviene del sector donde se asentó la ciudad, donde se unían el río Daule y Babahoyo, que era conocido por los aborígenes como ‘Huaillakil’, nombre que al llevarse al castellano se transformó en la grafía actual.
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