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El evento de ceremonia estuvo acompañada de un plantón realizado por los comuneros de la zona que están inconformes con la construcción de la cárcel.cortesía

Santa Elena: La razón por la que comuneros rechazan la construcción de la cárcel

La obra costará más de 52 ‘melones’. Comuneros piden mejoras de la mano del centro penitenciario. “Soy loco por combatir a la corrupción”, dijo Noboa

Los integrantes de la familia Cabrera Villón le gritaron al presidente Daniel Noboa que no querían una cárcel en la zona, durante el inicio de la construcción de esta obra, en Santa Elena.

La ceremonia se realizó en una cancha de fútbol y a 500 metros de la misma, en lo alto de un cerro, los pobladores de la zona hicieron un plantón.

(Lea también: Noboa inició construcción de una prisión de máxima seguridad: ¿Cuándo estará lista? )

Una de las manifestantes fue Carola Cabrera. Su descontento fue porque, según ella, el terreno en donde se edificará el centro penitenciario les pertenece a los habitantes de la comuna Bajada de Chanduy.

“Nosotros tenemos los documentos, estos territorios son de nuestros ancestros y nos pertenecen, los comuneros de Juntas del Pacífico están confundidos. Toda esta zona pertenece a Bajada de Chanduy”, expresó Donald Cabrera, hermano de Carola.

La cárcel de máxima seguridad estará ubicada a cinco kilómetros de la zona poblada en la comuna Juntas del Pacífico, al sur de la Península. El lugar es un área inhóspita rodeada de vegetación y ya empezó con el desbroce de malezas y corte de árboles.

Megaconstrucción en Santa Elena

El general Eduardo Zaldumbide, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), explicó que el reclusorio se construirá en una extensión de 12,2 hectáreas.

La megacárcel tendrá cinco pabellones, cada uno en forma de heptágono (siete lados), en donde se distribuirá a los reos de acuerdo con el nivel de peligrosidad. Tiene una capacidad para albergar 736 privados de libertad.

Todo será monitoreado con tecnología de punta e inclusive utilizando inteligencia artificial. “Será un ícono de la seguridad en toda la región”, señaló Zaldumbide. La construcción durará diez meses y esperan no tener retrasos para que en abril de 2025 la cárcel sea inaugurada.

Daniel Noboa aplastó un botón como acto simbólico del inicio de la edificación.cortesía

Por su parte, el primer mandatario aprovechó el momento de su discurso para hacer alusión a la supuesta discapacidad mental de la que le acusan algunos parlamentarios.

Ahora resulta que estoy loco por buscar lo mejor para mi país, soy loco por combatir la corrupción, construir cárceles de máxima seguridad”.

Noboa bautizó al nuevo centro penitenciario como “cárcel del encuentro”, porque dijo que allí se encontrarán los presos por corrupción, asesinos y narcotraficantes. Enfatizó que pese a las adversidades que se le presenten en su gobierno continuará con su accionar para combatir al narcoterrorismo.

Promesas de las autoridades

El comunero Stalin Tomalá espera que los ofrecimientos que las autoridades les prometieron se cumplan, “hubo un intenso debate para dar paso a los trabajos, confiamos en la palabra del Gobierno”, comentó.

Una maqueta de cómo será el nuevo reclusorio.cortesía

Entre las principales exigencias de los pobladores están la edificación de un centro de salud, mejoramiento del sistema de agua potable durante 24 horas, dos pabellones de aula de la unidad educativa existente, entre otras.

La inversión es de 52,1 millones de dólares. La capacidad de la nueva cárcel será para 736 privados de libertad.

“Aquí nos hace falta de todo”, relató Mario Reyes, otro poblador. Para este comunero, la cantidad de personas que serán contratadas para los trabajos de edificación del reclusorio va a reactivar la economía, pero siente temor que a futuro la zona se vuelva peligrosa. 

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