Koróvina Dária Dmítrievna, o Dásha, como la llaman sus cercanos, es una cantante rusa -de ahí su singular nombre- que llegó hace 5 meses a Ecuador con un solo objetivo: convertirse en una gran intérprete de música tradicional ecuatoriana.

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Dásha (26 años), nacida a 12.747 km de nuestro país, en la fría ciudad de Samara (Rusia), cantaba ópera, trabajaba y estudiaba para ser aduanera, además de ser intérprete, lo que le otorga la rara habilidad de hablar 5 idiomas: su natal ruso, y de manera fluida también el español y el inglés, y un nivel intermedio italiano y francés.

Dária se enamoró de Ecuador hace seis años durante una visita como turista. “Me gustó tanto que soñé con vivir aquí”, recuerda. A pesar de la estabilidad en todos los sentidos que tenía en su país natal, le confiesa a EXTRA, pasó todo este tiempo soñando con regresar y quedarse en Ecuador.

En octubre de 2023, finalmente dio el gran paso y se mudó a nuestra tierra. “Fue una gran valentía dejar mi país, mi familia y la vida que ya tenía allá”, confiesa. Sin embargo, su determinación era más fuerte que cualquier obstáculo.

Durante ese tiempo en el que anhelaba regresar a Ecuador, conoció en Rusia a Alejandro Venegas, un quiteño con quien se casó. Fue él quien la acercó más a la música ecuatoriana, presentándole la cumbia a través del grupo musical Tierra Canela.

Pero todo cambió cuando a sus oídos llegó una canción en particular. “Escuché Canción de los Andes, de Paulina Tamayo, y pensé: ‘Nunca había escuchado algo tan triste, conmovedor y trágico en mi vida’. Me enamoré de inmediato de este estilo de música”.

En ese camino conoció a su suegro, Álex Venegas, de 54 años, quien ha sido cantante y guitarrista, y ha considerado la música como su gran afición, inclusive, de joven creó un grupo musical llamado Venegas Pachecho.

Cuando se conocieron, Venegas le contó que quería revivir esa pasión musical a través de ella. “Los sueños que no pude cumplir espero que los cumplas tú”, le dijo.

Además, Álex la introdujo a otros géneros musicales autóctonos como el pasillo y el pasacalle, lo que la llevó a decidirse y elegir la música tradicional ecuatoriana como su enfoque profesional. Al fin, después de doce años desde que empezó a cantar, encontró lo que quería.

Su pasión por la música ecuatoriana la llevó a comprender y sumergirse en la profundidad de las canciones de este país. Ha traducido melodías rusas al español y viceversa, fusionándolas con instrumentos tradicionales de su país natal.

En cuanto a la opinión de sus padres, Dásha asegura que "ellos no comprenden por qué estoy aquí en Ecuador, ya que nuestra música y la de ellos son muy distintas". A pesar de ello, esta joven siempre habla con su madre y, con lágrimas, le cuenta lo feliz que está de estar aquí.

Con sus canciones, Dásha busca unir las culturas rusa y ecuatoriana a través de la música. Tras los acontecimientos violentos que azotaron a Ecuador hace casi un mes en los atentados del 9 de enero, esta cantante, proveniente de un país en conflicto por la guerra con Ucrania, sintió que tanto su tierra natal como su país adoptivo estaban sufriendo.

“Estuve buscando la forma de apoyar a Ecuador, porque yo no soy política, soy cantante”. Por eso decidió interpretar A mi lindo Ecuador en ruso, para que su gente pueda comprender lo que significa ser ecuatoriano.

Dásha está aprendiendo a cantar canciones en kichwa y planea colaborar con artistas ecuatorianos como Gerardo Morán y los Hermanos Núñez. “Estoy enfocada en mi proyecto”, asegura.

Actualmente Dásha vive en Quito y canta en eventos y contrataciones, al tiempo que trabaja como intérprete y maestra de idiomas en línea, además de ayudar a ecuatorianos que quieren vivir en Rusia. También apoya como ‘cupido’ para quienes quieren conseguir pareja extranjera.  Por supuesto, su pasión por la música crece cada vez más y continúa abriéndose camino en la escena musical nacional.

Dásha respeta los géneros musicales como el reguetón y el pop, pero también cree que es importante que los jóvenes no pierdan su identidad musical. “No podemos permitir que los jóvenes pierdan sus raíces”, afirma. “Nuestra vida empieza en nuestra tierra, entonces tenemos que respetarla y conocerla mejor”.

El distintivo de Dária es su ushánka, un gorro afelpado con el escudo ruso que suele llevar en sus portadas y en la mayoría de sus videos.

Según cuenta, este gorro empezó a ser utilizado por los soldados rusos en la Segunda Guerra Mundial para protegerse del frío, pero con el tiempo se ha convertido en una tendencia que representa en gran medida su cultura.

“No sé si se haya dado cuenta, pero en mis portadas no solo ponemos el nombre artístico y la foto”, resaltaba Dásha sobre la cubierta de sus temas musicales, la cual posee un mensaje oculto.

Asegura que está “muy bien escondido por derechos de autor”, pero una vez que las personas empiezan a acercarse a la portada, se darán cuenta del mensaje. “Creo que un artista debe pensar más allá que solo en la música”, agrega la artista.

Como ejemplo, en su interpretación de A mi lindo Ecuador, colocó en la portada varios titulares y páginas principales de medios de comunicación, junto a las banderas rusa y ecuatoriana.

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