Hay idiomas considerados universales, pero ninguna manifestación humana llega a todos los rincones de la Tierra tanto como la música. ¿Ejemplos? muchos, pero en la comunidad de Peguche, Otavalo (Imbabura), un grupo de kiwchahablantes han usado el rap para cantarlo con nuestra lengua ancestral andina.

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Se trata de Runarap, un trío compuesto por los vocalistas Inti Rumiñawi Tontaquimba (30), Fuyo Guajan (29), y un productor y beatmaker (creador y mezclador de ritmos), Andrés Pichamba (30), tres amigos que, según este último, hasta comparten un grado familiar debido a que en su comunidad, la mayoría de personas están vinculados a un solo árbol genealógico.

El grupo nace cerca de la cascada de Peguche, ubicada entre el 'taita' Imbabura y la 'mama' Cotacachi, dos volcanes emblemáticos de Ecuador conocidos por estar 'casados'. De hecho, leyendas relatan que al anochecer se sienten grandes vientos en las comunidades más altas, lo que suponen ser besos de buenas noches que las montañas enamoradas se envían con un soplo.

En 2010, Rumiñawi y Pichamba fundan Runarap y comentan que en una batalla de 'freestyle' realizada en Otavalo en 2014, conocieron al que hoy es el segundo vocalista, Fuyo MC.

"Se siente grato saber que nuestra música ha llegado a oídos fuera de la provincia (Imbabura). Me siento orgulloso de reivindicar nuestra cultura. Al inicio fue difícil, pues les parecía raro ver a jóvenes vestidos de pantalón blanco y poncho haciendo este tipo de música. Ahora ha sido un gran paso para que jóvenes también se dediquen a esto", expresó Fuyo.

De acuerdo con los raperos, el término kichwa 'runa' representa la expresión de 'seres conscientes en un plano existencial', y también es la palabra con la que su pueblo y algunos hablantes del kichwa se autodenominan. Ellos, al ser de la comunidad de Peguche, se denominan Pegucheruna. 

El trío de artistas alertan que, desde su perspectiva, el kichwa está en un momento crítico, pues las nuevas generaciones casi no lo tienen como lengua madre. Ante esto, Runarap busca fortalecer su cultura e idioma a través de su arte, por lo cual incluyen a esta lengua ancestral en sus letras y lo combinan con el hip hop, uno de los géneros más escuchados por adolescentes en Otavalo, según comentan.

La banda musical Ñanda Mañachi es la principal inspiración de Runarap para crear música. Linda Pichamba es vocalista y coordinadora de esta agrupación de Peguche, y cuenta que el grupo nació a manos del francés Chopin Thermes en 1973, un etnomusicólogo que llegó a Ecuador para investigar las músicas tradicionales del país.

Según cuenta Linda Pichamba, la otavaleña Hermelinda Males fue la esposa de Thermes, y fue en honor a ella que el músico francés le puso el nombre de "Ñanda Mañachi" al primer álbum de esta agrupación (1977) que reunía músicos tradicionales del país. También comenta que en esos años, la banda hacía giras por Europa y por Ecuador.

El nombre de este grupo kichwa significa "préstame el camino", y hace referencia a que Males constantemente decía esta frase debido a que presentaba a Thermes con las diferentes comunidades de Imbabura y siempre "pedía prestado el camino" a los comuneros, haciendo referencia a que solicitaba permiso.

EXTRA conversó con Thermes y este opinó que las nuevas generaciones se nutren de toda la herencia musical y tradicional, pues es para ellas tan vital como lo son el agua y el sol".

El músico asegura con entusiasmo que grabar "in situ" a los mejores intérpretes es lo que más ha disfrutado de hacer este tipo de música por más de medio siglo.

"Arrancar del orden real los elementos cotidianos de la vida diaria, para devolverlos al orden divino, constituye el propósito principal de un trabajo de investigación musical que emprendí hace medio siglo, y cuyo resultado fue la creación de Ñanda Mañachi y también de Juyungo", expresó el 'Maestro' Thermes sobre su trayectoria.

Actualmente, la banda Ñanda Mañachi sigue activa con más de 50 años de trabajo musical, y continúa siendo inspiración de muchos artistas andinos como Runarap.

Es curioso pensar sobre la forma en que una persona con poco acceso a Internet y escasez de dispositivos digitales, pudo aprender, de manera autodidacta, a 'samplear', mezclar y crear sonidos de canciones desde los 'pies' de la cascada de Peguche. Este es el caso de Andrés Pichamba.

El creador de las pistas instrumentales de Runarap es Pichamba, y lo hace a través de la técnica del 'Sampling', la cual significa tomar una muestra de un sonido ya grabado para reutilizarlo como una grabación de sonido nueva.

A continuación, una canción producida por Andrés Pichamba en el evento 'Arte en el corazón de manzana'.

El otavaleño Luis 'Katsa' Cachiguango es lingüista, profesor de kichwa, chamán, e inclusive, especialista en medicina ancestral en el Ministerio de Salud Pública, y sostiene que el término kichwa "runa" se traduce al español como "ser humano", sin embargo, explicó que esa expresión va más allá de una palabra en la filosofía andina.

"Es el ser humano consciente de estar en este mundo y con capacidad de relacionarse para llegar a ser", son las palabras con las que define Cachiguango al término "runa", y concuerda a la perfección con los comentarios de los cantantes de Runarap.

El 'Katsa' también indica que este término ha sido distorsionado por la sociedad los últimos años y le han dado un sentido vulgar, pero en realidad, comenta que es un significado muy ancestral.

Con respecto a la combinación entre el rap y el kichwa que expone Runarap, Cachiguango menciona: "Yo considero que una cultura no es solo para estar exhibiéndose en un museo, una cultura es dinámica por naturaleza, y por lo tanto, debe modificarse con el tiempo, de hecho, es una estrategia de sobrevivencia".

El conocedor ancestral ejemplariza esta cuestión con los grupos alemanes de rock, los cuales hacen su música con ritmos en alemán, pero cantan sus canciones en inglés para llegar a más audiencia. Señala que eso es lo que hace Runarap: una lucha de supervivencia lingüística de una cultura.

Es impensable no consultar a estos exponentes otavaleños sobre una de las cosas que más los caracteriza: su larga caballera masculina. Rumiñawi explica que la largura del pelo siempre ha sido una costumbre y señal de respeto, pues para ellos significa una extensión del cuerpo que ayuda a ser más perceptivos con la vida.

El cantante plantea una interrogante a aquellos quienes recortan su cabello con regularidad: "¿Por qué ustedes no tienen el cabello largo?, si crecer es algo natural. En cambio, cortarlo sería antinatural".

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