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Delia señala a la única mata de sábila que le dejaron. Ella quisiera tener de vuelta su planta.Amelia Andrade

Robo de sábila en Guayaquil: ¡Devuelvan la plantita!

El colmo de los ‘choreos’ sucedió en Mi Lote, norte de Guayaquil. Una señora llegó en la madrugada y se ‘pateó’ la mata que tiene valor sentimental para la dueña.

Si a Delia Lucin le hubieran pedido una hojita de su planta de sábila, ella accedía con gusto. Pero “¿llevarse la planta completa?, eso ya es maldad”, dice la perjudicada del ‘robo verde’ sucedido en Mi Lote, norte de Guayaquil, y que fue tendencia en redes sociales.

La afectada tiene un negocio de venta de carnes en la calle principal de dicho sector. Es amante de las plantas y tiene varias especies en macetas, afuera de su local. “Son como un atractivo de mi almacén. Los vecinos vienen y se quedan viendo un rato a todas (las plantas)”, cuenta con orgullo Delia, de 36 años. 

Pero, ¿por qué hace alboroto? La madrugada del domingo 25 de septiembre, una mujer llegó en un vehículo, abrió la cajuela, agarró una de las plantas que estaba en la vereda y la embarcó al carro. 

“Me da pena porque se llevaron a la madre. Esa era de las que nacieron todas las hojitas que ahora tenía”, expresa mientras señala el otro envase. 

Ambas macetas estaban en la intemperie porque evitaban que las personas que transitan por la vereda se tropiecen con las bases de la carpa que cubre su negocio. “Yo estaba buscando el bien de la gente y mire lo que me pasa”. Dice que no le guarda rencor a la ‘roba sábila’.

Delia relata cómo se dio cuenta de que no estaba una de sus ‘chiquitas’, que la había acompañado por más de ocho años y varios cambios de residencia. “Los trabajadores del local me dijeron el domingo que amaneció que no estaba una de las sábilas. En el momento pensé que había sido un chamberito, pero cuando revisé la cámara vi que hasta en el carro se acercó”.

Una mujer se habría llevado una maceta en la madrugada. Delia, antes de ver la cámara de vigilancia, pensó que el 'choro' era un 'chambero'.captura de pantalla

Música y cariño

Ella las trata con aprecio a sus plantas, pero especialmente a la que se llevaron, porque fue un ‘cariño’ de su suegra Margaret. “Tiene un gran valor sentimental para mí. Más que monetario es lo que representa. Con esa planta yo empecé mi amor por ellas”. 

Delia contrata a una persona para que les dé mantenimiento a sus plantas cada tres meses. 

“Llamo a una señora que tiene muy buena mano para que las pode, les cambie de maceta si hay que hacerlo y me les haga de todo”. Y ese proceso incluye música. Les canta melodías de Rocío Dúrcal y de otras artistas. 

Delia quiere que le devuelvan su planta, que pesaba aproximadamente un quintal. “Eso es lo único que pido ahora. Yo no guardo ningún mal sentimiento. Solo que me la regresen”.