Un mes y medio es lo que ha pasado apenas desde la muerte de Ana del Rosario Moreno Perlaza, de 57 años, quien fue víctima de una explosión que destruyó su vivienda, en la cooperativa Mayaicu, del sector El Fortín, en el noroeste de Guayaquil.

El percance ocurrió el pasado 12 de noviembre y para su hija, Ingrid Aguilar, fue un gran golpe, no solo sentimental sino también económico, porque a causa de los gastos médicos y funerarios tuvo que cerrar su negocio de comidas en la ciudadela Martha de Roldós, del norte porteño.

Sin embargo, junto a su esposo Carlos Chóez había reunido capital para reactivar su emprendimiento; pero justo cuando estaba por abrirlo nuevamente, otra desgracia le sucedió, en la que por poco pierde también a su amado.

A las 23:00 del lunes 4 de enero de 2020, Aguilar acomodaba algunas cosas del local en el que tenía su negocio, mientras que su hijo había salido a botar la basura, pero habría olvidado colocar seguro en la puerta.

Pocos minutos después, la mujer escuchó un ruido en la sala del inmueble, pero pensó que se trataba de su vástago. “Me sorprendió. Pensé que había regresado muy rápido, porque suele tardar más. Entonces fui a ver y resulta que eran dos delincuentes. Yo grité y de ahí salió también mi esposo”, recuerda la mujer.

Carlos Chóez añade que, al salir, uno de los delincuentes agarró la cartera de su esposa, que estaba sobre un mueble, y corrió; mientras que el otro sujeto se dirigió al local, posiblemente para buscar algún objeto de valor, pero en ese lugar fue acorralado.

“Empezamos a forcejear y no me di cuenta de que tenía un cuchillo. Mi esposa me lo señaló. En ese momento, no sé si por la adrenalina, saqué fuerzas, aunque llegó un momento en el que ya me vi apuñalado. Fue mi esposa quien me salvó”, relata.

Ingrid confirma que por poco pierde a su cónyuge. “No sé cómo, pero alcancé a empujar a este sujeto y de esa forma ayudé a mi esposo. Y cuando el individuo cayó, lo agarramos a la fuerza y lo amarramos, para entregarlo a los policías”, agrega la afectada.

Al revisar sus pertenencias, la pareja descubrió que el pillo que escapó se les fue llevando los 1.500 dólares que habían conseguido para la reapertura de su negocio.

Identificado

Cuando los agentes del sector llegaron, identificaron al sospechoso como Anthony Bryan Peñaloza Moreira, quien fue trasladado a la Unidad Judicial de Flagrancia, donde el fiscal Julio Sánchez dispuso su detención por robo.

Chóez mencionó que el individuo sería el mismo sujeto que hace un mes se les habría llevado un tanque de gas.