Una vereda de la calle 9 de Octubre, entre Chile y Córdova, pleno centro de Guayaquil, se transformó en un ring. La semana pasada, tres menores de edad se dieron de puñete con un adulto. El hecho violento quedó registrado en un video que circula por redes sociales.

Los protagonistas serían un trío de supuestos vendedores de caramelos y un joven de unos 26 años, quien al parecer anda por la zona pidiendo limosnas.

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Según una trabajadora del sector, los involucrados en la ‘puñetiza’ son tranquilos, pero lastimosamente el centro se ha vuelto zona de riñas. La Ultimate Fighting Championship (UFC, organización de artes marciales mixtas) no es nada en comparación a las peleas callejeras en Guayaquil.

La mujer reveló que el más pequeño de los ‘puñeteros’ tendría unos 12 años y que entrenaría box, algo que en el audiovisual se nota, pues se ‘cuadra’ a lo Chito Vera.

Sus otros acompañantes no pasan de las 15 ‘primaveras’. “Son un grupo de 5 ‘pelados’. Solo uno de ellos no estudia, el resto sí y se aparecen por el sitio los fines de semana y feriados. El adulto, si no se queda dormido por allí, viene con frecuencia. Él dice que es nuestro guardia. Nos espanta a los ‘hacheros’ y les ha dicho a ellos que me cuiden y no me hagan nada”, indicó la ‘camelladora’, quien exhortó a la gente a no hablar en redes sociales sin conocer la realidad.

“No se trata de ningún robo a transeúntes, ni tampoco que se golpearon porque no les dieron dinero. Acá hasta por mirarlos mal se pelean. El adulto a veces los molesta a los muchachos y yo le he advertido: ‘No los jodas, que te van a pegar, uno sabe boxear’. No hizo caso y se lo sonó”.

Clemente Sánchez, conserje de un edificio, dijo que el día de la puñetiza vio que el adulto intentó sacar a la pandilla de un local, pero no se dejaron y se armó el ‘pito’. Mencionó que se acercó al ‘boxeador’ callejero para aconsejarlo. “Le dije que no pelee, pero son malcriados”, señaló el guayaquileño.  

Lo que se aprecia son chicos desadaptados que no han recibido amor, que tienen malos ejemplos en su vivienda. Vienen de familias violentas, ven gritos, insultos, peleas, alcohol, drogas, resume el psicólogo clínico, coach y experto en psicología social Samuel Merlano.

El especialista en salud mental asevera que estas actitudes pueden llevarlos por malos caminos, como ser miembros de pandillas o bandas criminales, pues se necesita ser avezado para ciertas ‘vueltas’. Podrían tener perfiles delincuenciales.

Lo que también impresiona es que quien graba parecería ser un adulto, pero este solo se ríe, como si ‘gozara’ del momento y lo tomara ‘a chiste’.

Los ciudadanos en este tipo de peleas ya ni intervendrían, pues tienen miedo de salir perjudicados en estos enfrentamientos, así sea con personas que se ven ‘inofensivas’, concluye Merlano. 

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