Con desacuerdos en temas trascendentales y la apertura a mantener las conversaciones, concluyó este lunes en Quito un espacio de diálogo entre el Gobierno de Ecuador y el movimiento indígena, que exigió, sin éxito, que se derogue un decreto que ha causado una subida en el precios de los combustibles.

El presidente Guillermo Lasso, con varios de sus colaboradores, se reunió con las máximos dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) en el Palacio de Gobierno, para intentar saldar discrepancias sobre las salidas a la crisis económica que agobia al país.

ES NECESARIO MÁS DIÁLOGO

El diálogo, previsto con semanas de anticipación, se desarrolló tras una manifestación pacífica de indígenas, apoyados por otros grupos sociales, que recorrió este lunes varias calles de Quito hasta llegar cerca del Palacio presidencial.

Un fuerte dispositivo policial impidió que el grueso de la marcha llegara a las inmediaciones del Palacio, pero se permitió, con lista en mano, el paso a los líderes de la Conaie.

Tras unas dos horas, el presidente Lasso hizo un balance positivo del encuentro y dijo sentir una gran satisfacción por "haber llevado un ejercicio democrático" como es el diálogo con la principal fuerza social del país: la Conaie.

Lasso calificó esta primera jornada como de "diálogo constructivo" en el que se han identificado varias "coincidencias", como el apoyar la educación intercultural bilingüe (español-quichua), el respeto a la justicia indígena y la apertura, desde enero próximo, de créditos al 1% de interés para agricultores, artesanos y mujeres emprendedoras, entre otros.

Sin embargo, en otros asuntos, como el de los precios del combustible, reconoció que no tenían "coincidencias", si bien remarcó que, justamente, para eso sirven los procesos de diálogo y que no se pueden solucionar todos los temas en una conversación de dos horas.

"El diálogo tiene que ser permanente y constante", insistió el mandatario, tras admitir que el país, desde hace unos 40 años, ha tenido una mirada de desarrollo urbana, que ahora debe cambiar a lo rural.

EL COMBUSTIBLE

De su lado, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, afirmó que el movimiento ha acudido con un firme "espíritu democrático" y con el anhelo de alcanzar "respuestas concretas a un problema concreto: la crisis económica".

"No hay apertura del presidente de la República" a temas importantes como la congelación de los precios de los combustibles, propuesta que se ha planteado hasta que haya una definición concreta sobre el decreto que ha generado un incremento mensual en los carburantes, una medida que influye en la carestía de la vida, agregó.

La Conaie ya protagonizó en octubre de 2019 una dura protesta contra una media similar aplicada por el Gobierno del expresidente Lenín Moreno, quien debió retractarse para poner fin a unas manifestaciones en las que murieron a menos seis personas y 1.500 resultaron heridas.

Pero unos meses después, Moreno aprovechó la caída de los precios del petróleo durante la pandemia, para pasar otro decreto que fijaba el precio del combustible en base al mercado internacional, lo que este año ha generado la subida progresiva.

Lasso, que sustituyó a Moreno el 24 de mayo, decidió seguir con la medida pese a las críticas de sectores sociales, los más perjudicados por la crisis, y su Gobierno alega que la subida no se refleja casi en los precios de la canasta básica.

DISCREPANCIAS

El líder indígena le respondió no estar de acuerdo con las explicaciones del Gobierno, pues el impacto del incremento gradual y permanente del precio de los combustibles afecta, precisó, al sector agrícola y al pueblo en general.

Explicó que los bajos precios de los bienes que cultivan los pequeños productores, como arroz, banano, papas y leche, obedece al incremento de los precios de los insumos agrícolas.

Y también rechazó las políticas de flexibilización laboral que pretende introducir Lasso, remarcando que el problema del desempleo no se resuelve "precarizando el empleo".

Iza convocará ahora al "Consejo ampliado de la Conaie" para analizar la situación y emitir alguna resolución, en una fecha aún no determinada.