“A Joaquín hay que ponerle inmunoglobulina todos los meses, porque eso le permite protegerse de las enfermedades e infecciones. Cada dosis cuesta mil quinientos dólares. Nos ha tocado endeudarnos, aún más, porque él la necesita, pero ya no tenemos cómo seguir costeando los gastos”, relata Daniel Herrera, padre del pequeño de siete años.

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Su familia enfrenta semanas complicadas, mientras Joaquín necesita más que nunca la atención prioritaria del sistema de salud pública y la solidaridad de la gente.

Joaquín tiene síndrome de Down. Fue operado por una malformación cardíaca cuando tenía siete meses y también padece el síndrome de Lennox-Gastaut, un tipo de epilepsia severa que provoca convulsiones frecuentes, daños neurológicos y afecta su motricidad (caminar, hablar, moverse).

A finales de enero de 2025 le realizaron una cirugía en las cuerdas vocales para mejorar un problema respiratorio que lo tenía constantemente yendo al hospital. Durante la recuperación, sus defensas comenzaron a bajar drásticamente.

Tras varios estudios, el inmunólogo le diagnosticó inmunodeficiencia común variable, una condición que impide que su cuerpo mantenga los anticuerpos necesarios para defenderse de enfermedades.

Este nuevo diagnóstico truncó los planes de llevar a Joaquín a España, donde iban a instalarle un dispositivo que podría reducir sus convulsiones en un 80 %. Ya habían empezado a tramitar visas humanitarias y a buscar la manera de reunir los 40 mil dólares que costaban el viaje y la operación. Ahora intentan gestionar la intervención a través del Ministerio de Salud Pública o del IESS, pero prefieren ser prudentes y esperar que llegue alguna respuesta.

¿A cuánto ascienden la deuda por los gastos médicos de Joaquín?

“Con la operación ya se nos consumió el cupo del seguro privado, que era nuestro colchón. Ahorita estamos con la deuda de la inmunoglobulina, que, junto a otros valores de hospitalización, suma cinco mil dólares”, comenta Daniel. A eso se agregan los gastos de la medicina del siguiente mes, que no es posible descuidar.

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Para recaudar fondos, Daniel y Andrea Alvarado, la mamá de Joaquín, han organizado una rifa solidaria. El sorteo será el miércoles 7 de mayo, con los tres últimos dígitos de los tres primeros números de la lotería.

Los premios son un televisor inteligente de 65 pulgadas, un acondicionador de aire de 24.000 BTU y una computadora portátil. Cada número cuesta $20 y quienes deseen colaborar pueden comunicarse al WhatsApp 0985144626.

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