Exclusivo
Actualidad
Renatta Villamar volvió a sonreír
La hija de la Alcaldesa de Guayaquil vivió en la depresión, la ansiedad y el llanto. Hoy, resurge gracias a un tratamiento y al poemario que escribió
El peregrinar fue largo. Durante once años, la búsqueda de un diagnóstico clínico que revelara la condición que padece Renatta Villamar, la última de los cinco hijos de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, llevó a madre e hija a recorrer varios países para consultar con psicólogos, psiquiatras y neurólogos. Sin embargo, ningún especialista pudo sacar a la joven de 20 años de su depresión, ansiedad, llantos y encierros constantes. Los tratamientos que recibió fueron tan solo paliativos.
La crisis depresiva se presentó cuando era una niña, a los 9 años. Con el paso del tiempo se fue agudizando. Desde entonces su vida se convirtió en un violento carrusel. Pasaba de la alegría a la tristeza, al extremo de ya no sonreír, drama con el que tuvieron que lidiar ella y sus padres. La joven se refugió en el dibujo, la lectura y desde hace un año en la escritura.
Días atrás, esta chica de enormes ojos y cejas oscuros, pelo color fucsia, uñas pintadas de verde, con tatuajes que cubren parte de su cuerpo y que ama a Frida Kahlo, lanzó su poemario Una flor en la tormenta. Los versos nacieron de variados e importantes momentos en su vida, como el cumpleaños de su mamá y una inesperada ruptura amorosa.
El inicio del dolor
Renatta compartió el vientre de su madre con Joaquín, su mellizo sietemesino, quien nació un minuto antes que ella. Cuando le tocó el momento de salir, no le llegó suficiente oxígeno al cerebro, causa probable del desajuste emocional del que se liberó hace apenas dos meses.
Fue un psiquiatra de un hospital en Houston, Estados Unidos, quien logró devolverle la sonrisa. En ese sitio permaneció sesenta días internada, sin ningún tipo de comunicación. Ni siquiera se le permitió llevar el celular.
Cada dos semanas podía recibir solo una hora de visita, era su mamá, quien viajaba desde Guayaquil para estar con ella. El resto de los días quedaba al cuidado de personas de confianza.
El tratamiento que está recibiendo con un nuevo medicamento se suministra por vía nasal y junto con antidepresivos ha dado resultados.
“Con eso estoy mejor. Este año estoy mucho mejor”, le confesó la joven escritora a DOMINGUERO, con una enorme sonrisa. Un logro que hasta hace unos meses parecía imposible, porque “a las personas que pasan por esto no les interesa vivir”, explica Cynthia Viteri.
¿Te decidiste a escribir ahora o siempre lo has hecho?
Recién empecé a escribir desde el año pasado, el día del cumpleaños de mi mamá.
¿Solo escribes poemas?
Sí, pero próximamente quiero empezar a escribir una novela. Temas variados.
¿Cuál es esa novela, de qué quieres hablar?
Quiero hacer un tipo de novela autobiográfica con elementos fantásticos.
¿Cómo te ves dentro del relato, como superheroína?
Todavía no lo tengo definido.
‘Anuncien a los girasoles que he destruido al sol y solo me tienen a mí’, dice uno de tus poemas. ¿Qué quieres decir con ello?
Quiero ser una opción para los girasoles, ya que le cambio el sentido a la idea de que siempre voltean hacia el sol. En este caso, destruyo al sol porque este, a pesar de que todo está bien, les hace daño. Después digo que los girasoles solo me tienen a mí, porque he destruido a quien en realidad los dañaba.
¿Qué te incentivó a escribir?
Le escribí una carta a mi mamá el día de su cumpleaños. Ahí descubrí lo de ser escritora.
Después de este libro Una flor en la tormenta, ¿qué viene?
Viene una Flor en la tormenta 2 (risas) y la novela autobiográfica que quiero hacer.
¿Por qué te pintaste el pelo de rojo?
Me parece un color valiente. Ahora lo llevo fucsia, porque es más yo.
¿Cuántos tatuajes tienes?
Tengo 13.
¿Quieres hacerte otros?
Sí, me encantan.
¿Cuál es su significado?
Realmente solo tres tienen significado. Una mariposa que me hice con mi mejor amiga, uno que le copié a mi hermano y otro que fue de la inspiración de un dibujo.
¿Por qué te gusta tanto Frida Kahlo?
Me gusta su manera de hacer arte y de poder sobresalir de todo el sufrimiento que pasó. He leído mucho sobre ella.
Las crisis
‘El filo del miedo es cruel’, dice en uno de sus versos. Con la sensibilidad que la caracteriza, a través de esa línea expresa su temor a la soledad y volver a caer en la depresión que conoció desde que estaba en la escuela. Se niega a revivir esa etapa dolorosa de aislamiento, lágrimas y no querer ver a nadie. Tampoco desea el ir y venir de médicos y especialistas que no atinaban con la causa de sus crisis, hasta que finalmente un psiquiatra la ayudó. Su vida ha resurgido.
La vida es bonita.
Lo sé (risas). Mi mamá me ha ayudado mucho en esto. Me llevo bien con mi papá. Es un maravilloso padre.
¿Cómo te ves en un futuro?
Ojalá que me salga bien lo de escribir. Me veo escribiendo en un futuro.
Tu poemario se llama Una flor en la tormenta, ¿esa eres tú?
Sí, es como lo bueno que puedo sacar de todo lo malo que me pueda pasar.
Un mal amor
¿Has escrito despechada?
Sí, total.
¿Cuántos novios has tenido?
Uno.
¿Te rompió el corazón?
(Silencio)... Me puso los cachos. Ya aprendí.
¿Cómo te enteraste?
Lo vi en su celular un día que nos fuimos a la playa. Lo cogí y vi todo eso.
¿Y qué explicación te dio?
Que fue por la tesis y que era una compañera. Leí un te amo y no quise saber más. Le pasé el celular a mi prima para que siga leyendo.
Para esa ruptura escribiste, ‘Que la lluvia inunde este dolor y cuando todo se seque, mis raíces crezcan con más fuerza’.
Esa fue la que le dediqué.
- Más de ella
Estudió Medicina seis meses, luego abandonó la carrera, porque no le gustó.
Está entre tomar clases de Psicología o Literatura y Filosofía.
Lee libros de autoayuda, sobre todo los de Osho.
Su compañera es Malú, una perrita shit-zu.
El lugar donde se inspira para escribir sus poemas es su dormitorio, el cual está decorado con imágenes de la pintora mexicana Frida Kahlo.
También es ilustradora. Sus trabajos forman parte de su libro.
Su cantante predilecta es Billie Eilish.