Un año, seis meses y veintiséis días. Eso fue lo que duró el joven Otto Sonnenholzner en la vicepresidencia de la República. Se va, y no porque quiera dejar la política, sino porque lo atrapó la política.

Sonnenholzner anunció su renuncia en una transmisión televisiva en vivo, la mañana de este martes 7 de julio. Su salida se da pocos días después de la renuncia de Jaime Nebot a candidatizarse a cualquier cargo público en el país. Así, nicho vacío, candidato a la vista.

Lo dejó entrever el ahora exvicepresidente, al señalar que “el Ecuador enfrentará una de las elecciones más relevantes de su historia y por ello, hoy, el mejor servicio que se puede dar a nuestro país es trabajar en la construcción de un camino...”. Queda claro cuál camino. Otra vez él mismo se encargó de dar pistas: “acabar con esa política del bochinche”.

Cabe resaltar que Sonnenholzner duró incluso más que el ‘vice’ inicial de Lenín Moreno, Jorge Glas, quien apenas se mantuvo 7 meses y 10 días en el cargo. Y también más que la sucesora de este, María Alejandra Vicuña, que alcanzó a estar 10 meses con 28 días en el puesto.

En la lucha contra el COVID-19

En su discurso de despedida, Otto Sonnenholzner dio énfasis al trabajo que hizo durante la crisis provocada por la COVID-19, que aún azota al país. Hizo un resumen de la entrega de kits alimenticios, de las ampliaciones hospitalarias, de la creación de bonos... todo en beneficio de la población.

Aquella labor le fue designada desde la Presidencia de la República. Lo enviaron a la primera línea de combate al coronavirus. Eso lo puso a la vista y en boca de todos.

Mal manejo de su imagen

Y fue en este escenario que también se desató la polémica. En redes no se perdonó a Sonnenholzner la manera en la que se manejó su imagen mientras se movilizaba por el país para constatar los problemas causados por la pandemia.

Para Marcel Merizalde, analista político y docente universitario, este fue el primer escenario de campaña para apuntar al escaño de primer mandatario. “Desde su mirada, él dice que ha luchado desde la trinchera misma, estando en pleno contacto ciudadano durante toda la emergencia sanitaria”.

Merizalde Agrega que, con su renuncia, el economista guayaquileño inaugura su campaña electoral para 2021. Eso supone que los partidos políticos deben alistar ya sus estrategias y consolidar sus posturas para los comicios.

“(Sonnenholzner) Es un candidato fuerte que está en la Costa ecuatoriana”, opina Merizalde.