A través de caminos que unen al Valle del Guamez (Colombia) con Loja, y vías que conectan a Ipiales con Tulcan, entre otras rutas; una poderosa red dedicada al tráfico de migrantes habría transportado al menos a 294 personas hasta el Tapón del Darién y de ahí a los Estados Unidos.

La Policía de Colombia, a través de la Dirección de Investigación Criminal, la INTERPOL y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI), trabajaron desde febrero de 2022 en este caso que terminó, el sábado 16 de diciembre de 2023, con la captura de nueve de sus integrantes.

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Todos fueron detenidos en operativos simultáneos ejecutados en seis departamentos colombianos. Además de enviarlos a prisión, a los detenidos se les aplicó el embargo y suspensión del poder dispositivo de al menos 18 propiedades que serían de la organización criminal.

“A través de la información aportada por agentes del HSI, se supo de la existencia de una estructura internacional cuyos integrantes se dedicaban al tráfico de migrantes, especialmente de ciudadanos provenientes de países como Cuba, Haití, Venezuela, China, Somalia, India, Afganistán y Pakistán, entre otros”, explicó el general José Luis Ramírez Hinestroza, Director de Investigación Criminal de Colombia.

De acuerdo a los datos obtenidos en las indagaciones, los migrantes, una vez ingresaban a suelo colombiano, eran transportados vía terrestre desde las fronteras con Ecuador, Venezuela y Brasil, hasta llegar a Turbo y Necoclí (Antioquia), donde eran recibidos por otros integrantes de la organización, quienes realizaban su desplazamiento final por las selva del Tapón del Darién hasta Panamá, posteriormente hasta los Estados Unidos.

“Durante la investigación fue posible evidenciar que varios migrantes en especial de nacionalidad afgana, paquistaní y haitiana, presentaban como documento de identidad cédulas de ciudadanía chilenas con el fin de evadir los controles migratorios en territorio colombiano y facilitar su ingreso a los Estados Unidos dado que, con este documento, no requerirían visa para pasar a territorio norteamericano, dejando al descubierto el alcance transnacional de esta organización criminal”, añadió el alto oficial.

La red criminal movilizaba a los migrantes especialmente en vehículos de servicio de turismo, para facilitar el tránsito irregular desde los municipios de Cúcuta (Norte de Santander), Valle del Guamuez (Putumayo) e Ipiales (Nariño), hasta el departamento de Antioquia, haciendo escalas en Medellín y otros puntos del Urabá Antioqueño, llegando a cobrar entre los 2.000 y los 4.500 dólares americanos dependiendo de la ruta y la nacionalidad del migrante.

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Los investigadores lograron establecer que estas personas se habrían lucrado en más de 753.000 dólares, realizando hasta cuatro viajes por semana, utilizando vehículos con sistemas de identificación adulterados y sometiendo a los migrantes a diferentes riesgos, debido a que los viajes eran realizados por trochas peligrosas y a altas horas de la noche, sobrepasando la capacidad legal de carga de los buses e, incluso, cuando eran intervenidos por las autoridades, dejaban abandonados los vehículos con los ciudadanos extranjeros adentro.

El presunto máximo líder de la organización fue capturado muy cerca a la frontera con Ecuador. Fue en la ciudad de Ipiales (Nariño) en el preciso momento en que se encontraba cargando un bus con más de 19 ciudadanos venezolanos.

“Se trata de Carlos Alberto Coy García, quien era el organizador y promotor de la entrada o salida de personas del país sin el cumplimiento de los requisitos legales por migración y quien habría asignado roles a su equipo; presuntamente fue quien validó las rutas, costos, número de pasajeros y conductores de los buses para transportar migrantes desde Ecuador”, informó la policía colombiana.

Todos los capturados fueron cobijados con medida de aseguramiento privativa de la libertad, seis de ellos, entre los que se encuentra el cabecilla, en centro carcelario y tres conductores en su domicilio.

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