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¡Radio fantasma en la capital ecuatoriana!
Los locutores de un programa on line comparten sus experiencias con espíritus. Una es una mujer gruñona, la otra, una niña juguetona
Una señora gruñona y una niña juguetona 'revolotean' por las escaleras y pisos de un edificio del sector El Batán, en el norte de Quito. Aparecen y desaparecen en diferentes lugares del inmueble de cinco pisos.
Se convierten en luz, pero también son sombras porque ellas están muertas...
Cuatro jóvenes que conducen el programa ‘Inframundo Paranormal 13’, que se transmite por una radio on line, son testigos de la presencia de estos espectros.
Técnicamente ya se las llevó la ‘huesuda’, pero por alguna razón, según Bryan Albán, director del espacio y experto en situaciones paranormales, sus almas no han cruzado a la ‘otra dimensión’, todavía.
Por eso dice que realizarán una investigación histórica en ese edificio para determinar si ellas tuvieron una muerte violenta o sufrieron un accidente.
Con ouija
Para lograrlo, él joven, de 28 años y sus compañeros preparan la tabla de la ouija, la grabadora de psicofonías y dos cámaras para registrar los eventos paranormales que presenten. Antes de eso, según Albán, buscarán información en periódicos y otras fuentes para conocer detalles de la construcción de la propiedad y si en la misma ocurrieron hechos violentos como crímenes.
Lo que el experto está seguro es que “los espectros son familiares porque siempre están juntos”, comentó.
En esta propiedad, donde hay dos departamentos y funcionan unas 15 oficinas, las almas se pasean por todas partes, como si fueran los dueños del inmueble, pero particularmente se ‘dan vueltas’ por la cabina situada en la segunda planta.
Experiencias
Era un jueves, aproximadamente a las 21:00, antes de iniciar el programa, cuando Bryan observó a lo lejos la silueta de la infante que bajaba corriendo por las gradas.
Luego de esto, el guardia de la propiedad le indicó que en el piso de arriba solo hay oficinas y, a la hora que ocurrió el suceso, todo está cerrado.
Por si fuera poco, durante el espacio, el equipo notó que se movían las sillas o que intentaban abrir las puertas del lugar.
Irene Espinoza, locutora del programa, cuenta que la señora se le ‘apareció’ cuando entrevistaba a una médium espiritista (o clarividente). La experta la alertó que el alma de una señora estaba en la oficina. “Me dijo que a la fantasma no le gustaba mi voz. Luego el ambiente se puso pesado”.
En esa ocasión los integrantes del equipo escucharon psicofonías en los audífonos y la conexión de internet falló varias veces. A pesar de que estos sucesos paranormales ocurren con frecuencia, los locutores están acostumbrados y no tiene miedo, solo algo de incertidumbre.
Albán explica que, por suerte, los entes son buenos porque solo buscan la forma de hacerse presentes y por eso solo mueven cosas. En cambio, si fuesen espectros malignos, según el experto, provocarían daño a las personas. “En el caso de un asesino, su espíritu querrá provocar accidentes”.
Juan Antonio Cevallos, otro de los locutores, recordó dos situaciones. Una vez sintió que alguien intentó abrir la puerta del baño. Creyó que era una broma de sus compañeros.
En otra ocasión, Juan Antonio estaba solo en la cabina y sintió que tocaron uno de sus hombros. Luego vio una luz parpadeante que se desvanecía.
Travesuras
Los locutores han aprendido a lidiar con las travesuras de los espectros, quienes suelen apagar y encender las luces del baño, también les cierran las puertas en la cara como al locutor Chicho Enríquez.
Durante una entrevista a una tarotista, la niña fantasma se puso inquieta. Movía las cosas y provocaba la interrupción de la señal del internet, aseguran. Albán explicó que esto ocurre cuando el espectro se siente amenazado por la energía del invitado y muestra su inconformidad.
Los locutores sienten que tienen la responsabilidad de ayudar a los espectros a cruzar de dimensión para que se cumpla su ciclo de vida en este mundo.