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Quito
SOS quebradas: dos hondonadas del nororiente de Quito necesitan intervención
Vecinos de Nayón hicieron un plantón para que las aguas servidas ya no vayan a su territorio. En Cumbayá se registró un gran talud en los últimos días y aún no se conoce el nivel de afectación en las viviendas aledañas.
“No queremos que nos pase como en Carretas”, dijo Sofía Cisneros, moradora de Nayón, parroquia ubicada en el nororiente de Quito, mientras protestaba frente al Municipio.
Los moradores de esa zona están cansados de que las aguas servidas vayan hacia la quebrada de Hatun Huayco. “Hay un embaulamiento allí y el olor es insoportable. Somos la alcantarilla del norte de Quito”, sostuvo.
Esto pasa, según los vecinos, desde 2012, y temen que la situación se torne como la evidenciada en la quebrada Carretas en Carapungo, en la que al menos 90 familias están en riesgo por los deslizamientos de los taludes.
Carmen Anaguano, de 54 años, contó que lo que antes era un espacio de juego y encuentro con la familia, ahora es algo sórdido y lleno de escombros. “Quienes nacimos en Nayón sabemos cómo ha cambiado la quebrada, tenemos derecho a tener espacios sanos”, explicó.
Unos 15 vecinos se apostaron en los exteriores del Cabildo para hacerse escuchar.
Desde el departamento de comunicación de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) informaron que en aquella hondonada no hay sistemas de captación y que tampoco se ha registrado la problemática que los vecinos reclamaron.
El caso estaría siendo tramitado por la Agencia Metropolitana de Control (AMC). En esa dependencia informaron que se han realizado cuatro inspecciones en esa quebrada. La última el 14 de septiembre y que fue direccionada a la Administración Zonal correspondiente.
Además de la contaminación ambiental, los comuneros denunciaron que se han realizado rellenos antitécnicos. “Hay una parte que ya mismo se va al río porque solo pusieron tierra”, dijo Sofía.
Preocupación
Los vecinos también mostraron preocupación por los últimos deslizamientos registrados en una quebrada que atraviesa Cumbayá y Nayón. “Pasó el último fin de semana y fue enorme”, contó Sofía.
El vídeo circuló en redes sociales. La Secretaría de Seguridad informó que los geólogos de la entidad todavía realizan las inspecciones del caso.
Pero de forma preliminar se estableció que se trata de “erosión hídrica propia del río, es decir natural y también por la acción del viento”.
No se tiene el dato de cuántos metros cúbicos de tierra cayeron al cauce del río, ni de las afectaciones en las urbanizaciones privadas que están cerca del talud.
“Esta es una situación que debe ser de incumbencia de todos los quiteños, porque son los espacios comunes. Las afectaciones no son solo para un condominio, sino para toda la zona, incluso parroquias enteras”, dijo Estefanía Pabón, representante del colectivo Luchando por las Quebradas.