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Quito
Sicariato en Quito: ¡Se ‘bajaron’ a Daviciño!
La víctima caminaba con un ‘pana’ cuando dos sujetos a bordo de una motocicleta se acercaron y los balearon. Se presume que el móvil es la disputa por territorio de venta de droga.
En una esquina de la calle N91 en Carcelén Bajo, norte de la capital, quedaron las manchas de la sangre de David Ponce, conocido en el barrio como Daviciño.
El hombre, de 30 años, recibió, la tarde del sábado, nueve balazos cuando caminaba con un vecino, Gabriel, quien también resultó afectado.
La subteniente María José Rosero dijo a EXTRA que dos sujetos se acercaron en una motocicleta y dispararon varias veces en contra de los ciudadanos.
Ambos fueron trasladados por los vecinos al hospital San Francisco, cerca del lugar del crimen, pero Ponce no sobrevivió. “Las heridas eran muy graves. El otro señor está estable”, explicó la gendarme.
Pero eso no fue todo, una vecina que caminaba hacia su casa fue impactada por uno de los proyectiles. La uniformada explicó que ayer se esperaba que le realicen una cirugía, en el hospital de Calderón, para extraerle una bala de la espalda.
Un delito “reciente”
Rosero también contó que la víctima tenía antecedentes penales por tenencia de drogas. Se presume, además, que el asesinato se produjo por “una posible disputa de territorio por microtráfico”.
Sin embargo, la policía no ha tenido registros de este delito en años anteriores, por lo que se refieren al microtráfico como “algo reciente”. No tienen aún identificados a los sospechosos.
“Solo se conoce que estaban en una motocicleta de color negro con rojo. No se pudieron ver los rostros porque llevaban cascos”, informó la uniformada.
Los vecinos contaron que ese vehículo incluso huyó en contravía y que aparentemente seguían los pasos de Ponce.
“Gabo, que caminaba con él, fue una víctima colateral”, dijo uno de los moradores.
Conmoción
En redes sociales empezó a circular un vídeo en el que se muestra al joven en agonía, mientras su padre lo abrazaba y lloraba.
Intentaba reanimarlo, pero no respondía. Los vecinos decidieron llevarlo al hospital porque aún movía los dedos de sus manos. Daviciño murió en la casa de salud.
Un par de horas después del crimen llegaron agentes de la Unidad de Criminalística para recabar información para las investigaciones, tomaron fotos, establecieron el sitio del crimen.
Los vecinos comentaron que varias personas se acercaron para llevarse los casquillos de las balas.
Relataron, además, que a Ponce le gustaba jugar fútbol y era parte de equipos barriales, al igual que su vecino Gabriel. “Saludaba y pasaba nomás, solo en el fútbol lo conocí”, dijo uno de los moradores que no quiso identificarse.