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Quito
Sexoservidoras piden que se permita ampliar el horario de atención de los centros de tolerancia
Quienes laboran en cabarés realizaron un plantón para pedir que la reactivación total también les llegue. Existiría el riesgo de que las sexoservidoras caigan en la clandestinidad.
Unas 50 personas se apostaron, el miércoles 21 de septiembre, en la Plaza Grande, centro de Quito, para pedir al Gobierno “más tiempo para trabajar”... en el ‘cuerpeo’.
Se trataba de propietarios y trabajadores de los centros de tolerancia de Quito que clamaron por el derecho al ‘camello’ sexual. Esto luego de la expedición del Acuerdo Ministerial 067 en el que se establece que los centros de diversión (bares y discotecas) funcionan de 12:00 a 03:00. Entró en vigencia el pasado 17 de septiembre.
“Esto se aplica a todos esos negocios con excepción de los night clubs”, dijo Javier Melo, uno de los protestantes. Actualmente, los centros de tolerancia funcionan desde las 15:00 hasta las 00:00, pero sus trabajadores quieren tener el mismo horario que los demás.
Desde que empezó la pandemia por el COVID-19 las restricciones casi ahogaron a estos lugares, según sus trabajadores, por lo que esperaban que el Acuerdo “incentive a la reactivación de todos”.
Cuidado de niños
Minutos después de iniciado el plantón fueron recibidos por funcionarios del Ministerio del Interior. Todos permanecieron vigilantes por más de una hora. Entre ellos las trabajadoras sexuales.
Ellas contaron que otro de los problemas que han sorteado las sexoservidoras de estos locales es que sus hijos se quedan solos en casa, en horas en las que necesitan acompañamiento.
“Es mejor salir a trabajar en la noche, porque nuestros hijos ya duermen”, dijo Laura.
El horario que cumplen ahora no es suficiente y por eso quieren que se lo extienda hasta las 03:00. “También hemos tenido que contratar niñeras para que se hagan cargo de los pequeños”, reiteró la mujer.
Ellas tampoco quieren ‘redondear’ el sueldo en las calles, pues corren peligro de ser asaltadas o golpeadas.
Byron Salvador, vicepresidente de la Federación Nacional de Propietarios de Centros de Tolerancia, dijo a EXTRA que la reunión fue fructífera aunque los resultados no serán inmediatos. “Les explicamos que tenemos el mismo derecho y sobre todo que existen riesgos de clandestinidad al no poder abrir más tiempo”, explicó.
Sin embargo, ese no sería el único problema con la restricción de horarios, sino la inseguridad de las trabajadoras. “Ellas pueden ir a lugares clandestinos o a la calle, porque necesitan trabajar”, comentó Salvador.
La próxima semana habrá una segunda reunión con el Ministerio del Interior para establecer una reforma al Acuerdo. Las trabajadoras sexuales y demás empleados de los night clubs se mantendrán vigilantes.