Los habitantes de la calle Cinco de Junio y Ricardo Jaramillo, en el sur de Quito, quedaron asustados luego del colapso de dos viviendas.

Ocurrió la madrugada del sábado pasado, pero el recuerdo del estruendo está latente, sobre todo porque temen que pase lo mismo con sus casas. “Salí a ver y me di cuenta de que no quedó nada”, dijo Alexandra Enríquez, una vecina.

Al sitio llegaron funcionarios de la Secretaría General de Seguridad y Gobernabilidad, Comité de Operaciones de Emergencia, Cuerpo de Bomberos, empresas de Agua Potable y Obras Públicas.

Se tomaron las primeras acciones como dar albergue a siete personas y cerrar el paso. Pero los ‘vecis’ buscan una intervención integral.

“Necesitamos que hagan una inspección en todas las viviendas, podemos correr peligro”, dijo la moradora.

Son 10 casas mixtas que los vecinos presumen que podrían tener problemas estructurales, ya que son antiguas. “Son de adobe y cemento, por eso nos da miedo”, comentó.

Ella quiere saber si corre peligro para avisarle a su casera y para tener tiempo de buscar otro departamento. “Necesitamos al menos dos semanas para buscar un buen lugar”, agregó Alexandra.

PATRIMONIALES

César Mena, propietario de una de las viviendas, relató que para hacer algunos arreglos debió hacer trámites en el Municipio de Quito, pero no tiene claro si es patrimonial o no.

“Algunas tienen cosas de cemento, la que se cayó tenía lozas cuyas bases no iban a soportar”, explicó.

Eso lo tranquiliza un poco, porque no se trataría de problemas del suelo. “De todas formas, necesitamos que se levanten informes al menos de estas 10 casas”, enfatizó.

LAS ACCIONES

Sixto Eras, director de Gestión de Riesgos del Municipio de Quito, dijo a EXTRA que se tiene previsto hacer un análisis de estas casas.

“Primero para determinar cuáles son patrimoniales y cuáles no”, agregó el funcionario.

Sin embargo, las acciones están limitadas, puesto que los técnicos solo pueden advertir a los propietarios sobre el estado de las casas para que ellos realicen trabajos de intervención.

“En bienes privados no podemos usar recursos públicos”, aclaró Eras.

Luego de las primeras inspecciones se determinó que el colapso no tiene causas en el terreno o la pendiente de la montaña. “Esa estructura ya estaba en peligro y tenía apuntalamientos, pero no eran suficientes”, recalcó.

Pese a ello, dos familias seguían viviendo en el inmueble, aunque afortunadamente nadie resultó herido o fallecido, puesto que no estaban en el momento de la caída.