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Quito
Quebrada Carretas será intervenida luego de 19 años
Los vecinos están contentos, pero no dejarán de vigilar los trabajos que la Empresa de Agua Potable inició. Tampoco se resuelven las reubicaciones.
Los vecinos del sector de Carretas, en Carapungo, norte de Quito, agitaron banderas blancas porque los trabajos en la quebrada empezaron, luego de 19 años de erosión.
Hace un año, Santiago Guarderas, alcalde de Quito, declaró en emergencia esa zona y la quebrada del río Monjas. Ambas son las más afectadas.
Ayer, en horas de la mañana, Othón Zevallos, gerente de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps), llegó al sitio para anunciar la intervención.
“Hace un año empezamos de cero el proyecto, porque antes nadie asumió la problemática”, dijo el funcionario.
En esa hondonada se realizarán las captaciones del río para conducirlo en túneles que irán a un pozo vórtice para vencer el desnivel de 15 metros. “Se disipa la energía hidráulica que erosiona la quebrada”, explicó Zevallos.
Édgar Quinzo está entre los vecinos más próximos a la quebrada y ha visto cómo el afluente pasó de tener unos ocho metros de profundidad a más de 50. “También sería bueno que haya reforestación para detener la erosión”, agregó.
Esta primera fase de trabajos tiene un presupuesto de 846.000 dólares y se ejecutará en ocho meses.
“Es un avance. Estábamos en cero”, comentó el morador de Carretas de Carapungo.
Los pendientes
Estefanía Pabón, representante del colectivo Luchando por las Quebradas, es también una de las más afectadas por la erosión de la zona. Su casa está al borde del precipicio y convive con la posibilidad de que en cualquier momento se desmorone.
“Ya no tengo patio y hay partes de la casa deshabitadas”, contó.
En su caso y el de una familia más aún no se resuelve, pues ellos deben evacuar sus propiedades por estar “en peligro no mitigable”.
El proceso está a cargo de la Secretaría de Seguridad, pero Estefanía y sus vecinos no desalojarán sus viviendas. “Nos ofrecieron 7.000 dólares por la casa. Es absurdo”, dijo .
Otras necesidades
En febrero pasado, la Corte Constitucional declaró que el Municipio de Quito vulneró el derecho de los ciudadanos de vivir en un ambiente sano, luego de que el colectivo interpusiera una acción de protección.
Zevallos aceptó que la intervención responde también a este dictamen, por lo que se tiene previsto intervenir la cuenca del río Monjas. “Ya se hicieron los primeros trabajos, pero ya pasaremos a la fase definitiva”, informó.
Las zonas más vulnerables son La Esperanza y la franja donde se encuentra la casa de la Marquesa de Solanda, catalogada como patrimonial.
A la socialización de estos trabajos también llegaron moradores de otros sectores afectados por los taludes de quebradas. Entre ellos, Dayana Arias, quien aprovechó para hablar con funcionarios de Epmaps sobre la situación de una quebrada en Conocoto.
“No queremos que llegue al punto de la quebrada de Carretas, pero la erosión se aceleró con la construcción de urbanizaciones”, dijo.
Ella solicitó una inspección, que se llevaría a cabo la próxima semana.