El fin de semana el Centro Histórico estuvo un poco más vivo. Algunos locales abrieron, aunque con temor por el paro nacional.

La mayoría de calles ha permanecido vallada para proteger las casas y edificios patrimoniales. Según Angélica Arias, directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), existen daños que suman ya los 44.000 dólares.

Héctor Zglobicki, quien tiene un local de celulares en la calle Guayaquil, contó que la magnitud de las protestas no se asemeja a lo vivido en octubre de 2019, pero que “todos los días siente el temor de que las cosas se salgan de control”.

Generalmente, relató, los enfrentamientos ocurren en esa calle, por lo que las paredes han sido siempre afectadas. “También los manifestantes sacaban partes de la vereda para lanzar”, afirmó.

Pero aunque esta vez no vio esas escenas, sí contó que los grafitis en paredes y piedras patrimoniales aparecen en las mañanas. “En la noche, cuando ya está más calmada la ciudad, aprovechan”.

Estas manchas se diferencian de las comunes porque aluden al paro nacional y a la caída de Guillermo Lasso como presidente del país.

Bienes antiguos

La limpieza de grafitis se ha convertido también en un juego del gato y el ratón. Arias explicó que existen cuadrillas que van pintando las paredes garabateadas, pero enseguida las vuelven a rayar. “Por eso estamos activados los siete días de la semana”, dijo.

Pero esto es ‘pan comido’ comparado con la limpieza de las piedras de las fachadas, que datan de los siglos XVII y XVIII. Pues hay que aplicar químicos especiales y en ese proceso el material se corroe. “Debemos entender que no se trata solamente de casas. El centro es Patrimonio de la Humanidad. Hay muchos tesoros, sobre todo en iglesias”, insistió la funcionaria.

No se atrevió a sugerir un cambio de ‘casa’ de los poderes del Estado que funcionan allí, puesto que, a su parecer, “esa presencia es la que caracteriza las dinámicas del casco colonial”.

También se evidenciaron daños en el piso de la plaza Santo Domingo. “Esto es costoso porque son piedras que se hacen a medida”, dijo Arias.

Hasta los arbolitos

Para Sonia Vizuete, otra de las moradoras, el cierre de las calles con vallas y concertinas también resulta un perjuicio para el sector, pues “cualquiera que tome una foto se llevará la impresión de que estamos en guerra”, dijo.

Pero el Centro Histórico no fue el único afectado. Como los enfrentamientos se han concentrado en las inmediaciones de la Asamblea Nacional y la Casa de la Cultura Ecuatoriana, los árboles del parque El Ejido resultaron destruidos.

Varios de ellos son centenarios y también forman parte del patrimonio de la ciudad. La Secretaría de Ambiente dijo a EXTRA que se realizan las evaluaciones en ese parque y en otras zonas del centro norte justamente para determinar la magnitud de los perjuicios.