Si antes era peligroso pasar por Pisulí o La Roldós, norte de Quito, en los últimos meses se ha vuelto invivible, dicen algunos de los moradores.

Se cansaron de vivir con miedo y se tomaron las calles de sus barrios para protestar y hacerles saber a los ‘choros’ que están unidos y tomarán acciones ante la inseguridad.

En la noche del viernes 17 de marzo organizaron una marcha que denominaron de antorchas. Arrancó en el barrio Pisulí y terminó en la parte alta del sector de Tiwintza.

“¡Unidos contra la delincuencia!”, gritaban.

Luis Farinango, presidente de Pisulí, comentó que antes las horas ‘peligrosas’ eran las noches, pero que desde hace varios meses los asaltos se registran a cualquier hora.

“Incluso se han subido a asaltar en los buses. A los pasajeros y a los conductores”, relató.

Los chicos que van a los colegios también han sido intimidados y despojados de sus pertenencias. Nadie se salva, dijeron los protestantes.

Todo se agrava

Durante el recorrido fue necesario prender las linternas de los celulares porque no había alumbrado público.

“Este es otro de nuestros problemas. Se sabe que los delincuentes aprovechan la oscuridad”, comentó Rocío Quistanchala, moradora del barrio Tiwintza.

A esto se suma que las calles no han sido pavimentadas desde hace varios años o algunas simplemente siguen siendo de tierra. “Para un carro es necesario bajar la velocidad por el estado de las vías y ahí también aprovechan”, agregó la vecina.

¡Están acorralados!

La marcha pretendió sumar a más vecinos, pero la respuesta no fue la esperada, por lo que dirigentes, como Leonardo Cuesta, apelaban a la unión.

“No se trata de un sector nomás, es toda esta franja de barrios que estamos sobre El Condado”, explicó.

Otra de las medidas que han tomado es organizar chats comunitarios para ayudarse entre ellos. Aunque reclaman que el número de policías asignados a la zona no es suficiente.

“Hay retenes que ni funcionan. Están abandonados”, comentó Luis Farinango.

Para resguardar la marcha llegó un patrullero. Los agentes que lo ocupaban dijeron a EXTRA que no estaban autorizados para dar declaraciones. Se esperaba la llegada del oficial a cargo, pero no ocurrió. Este Diario intentó comunicarse con él, pero no hubo respuesta.

ENTREVISTA CON EL 'MASHI CHIQUITO'

Leonardo Cuesta, de 50 años, lleva más de una década como dirigente barrial. Fue uno de los organizadores de la marcha y busca unificar a los barrios contra la inseguridad. Es conocido como ‘Mashi chiquito’ por su carácter y estatura.

1 ¿Cómo ha visto evolucionar a su barrio?

Empezó como invasión, pero hemos trabajado con los vecinos para salir adelante. Se consiguieron los servicios básicos y ahora es un sector comercial.

2. ¿Se reelegirá?

No, este año me retiro de la dirigencia oficial. La Constitución no me permite reelegirme, pero voy a seguir ayudando al barrio como un vecino más.

3. ¿Cuál ha sido el mayor reto?

Lidiar con la inseguridad. Si bien estos últimos meses han sido fuertes por el aumento de los delitos. La Roldós ha sido considerada zona roja y hemos luchado para que no tenga esa imagen.

4. ¿Cree que conseguirá unir a la zona?

Hemos convocado y aunque la respuesta no ha sido masiva. Tenemos que seguir hablando con los moradores. Debemos entender que esta problemática nos corresponde a todos.

No tiene nada que ver si somos dirigentes o no. Todos estamos sufriendo lo mismo.