Como si la lluvia y la falta de mantenimiento no fueran suficientes, los árboles también ‘contribuyen’ al martirio de peatones y conductores en Quito.

En febrero de 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day (Día del Árbol) designaron a Quito como una de las 59 ciudades más arboladas del mundo.

La mención reconoce a las urbes que trabajan “con la finalidad de conseguir lugares más saludables y verdes para vivir”.

Pero no todo es verde y lindo. EXTRA recorrió el norte de la capital y en varias zonas se evidencia que las raíces han logrado romper los parterres y el asfalto, dificultando la movilidad.

En la calle José Paredes, ubicada en el sector de El Bosque, en el norte, los conductores deben calcular el espacio para circular. “Este es un problema de años, incluso han venido a bachear por encima de las raíces”, comentó Carlos Urbano, un taxista.

Los árboles tienen más de 20 años y pocas veces les han dado mantenimiento, según los moradores. “También tapan la visibilidad para circular”, dijo Elena Grijalva, una moradora.

Para Carlos Urbano, la solución no es quitar los árboles, “sino controlar su crecimiento; se ve bonita la calle con espacios verdes, pero aunque parezca poca cosa, sí afecta”, reclamó el taxista.

QUEDAN CON 'CHIBOLOS'

Más al norte, en la calle Marcos Joffre el pavimento tiene el mismo problema, sumado a los baches ocasionados por las lluvias.

“A esta vía le han puesto un poco de atención porque tiene salida a la avenida principal”, refirió Segundo Chileno, un conductor.

Sin embargo, los bacheos se han realizado encima de las raíces, por lo que también hay una especie de montañas por donde los vehículos deben circular.

“Esto afecta a los autos, sobre todo a los sistemas de suspensión”, dijo Chileno.

Pero esto no ocurre solo en barrios residenciales o calles menos transitadas. En el sector de la Y, por donde circulan miles de vehículos a diario, es la misma situación.

Una parte de la avenida 10 de Agosto está cuarteada por las raíces de los árboles. También las veredas por donde circulan los peatones y ciclistas.

“Toca ir sorteando el cemento partido y con el peligro de ir atropellando a alguien”, dijo Carlos Vásquez, un ciclista.

La Empresa Metropolitana de Obras Públicas dijo a EXTRA que realizó una inspección del arbolado urbano y se comprobó que se trata de la especie fresno chino.

No se contempla el retiro de los árboles puesto que sirven para la reducción de la contaminación de la zona, reducción de las islas de calor, paisaje, salud mental y física de los ciudadanos.

También se remitirá un informe a la Secretaría de Ambiente para que emita un criterio definitivo.