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Las viviendas están muy cerca de la quebrada de Caupicho, en el sur.RENE FRAGA

Quito: vecinos alertan que las quebradas están bajo amenaza

El Municipio ha insistido en la limpieza de las hondonadas; sin embargo, para los afectados por las inundaciones, las acciones no son suficientes

El primer saldo de la época lluviosa lo ‘pagaron’ los vecinos que conviven con la quebrada de Caupicho, en el sur de Quito. La Lucha de los Pobres Baja intenta levantarse nuevamente de las inundaciones.

Esto ha puesto en alerta a los demás quiteños que habitan cerca de una hondonada; en la capital suman 135 las que tienen captaciones de agua o colectores.

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Estefanía Pabón, presidenta del colectivo Luchando por las Quebradas, explicó que, aunque ya ha visto acciones del Cabildo en cuanto a las quebradas, no terminan siendo suficientes. “Se ha realizado limpieza y se han colocado letreros. Por algo se empieza, pero las lluvias llegan y tendremos más novedades”, comentó.

En la quebrada de Caupicho no es la primera vez que los moradores enfrentan esto. Rosario Gómez, moradora de La Lucha de los Pobres, recordó que solo este año han soportado cuatro inundaciones, aunque no tan graves como la del pasado miércoles 2 de octubre. “Ha sido de siempre, la primera vez que me acuerdo yo tenía 12 años, ya voy a los 40”, comentó.

A través de los años sí ha habido mejoras en la estructura de captación que está cerca y hasta parece ser parte de la infraestructura de las casas de la zona. “El túnel era más pequeño y lo hicieron más grande, pero parece que no ha servido de mucho”.

Ernesto Fonseca, subgerente de saneamiento de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps), dijo a EXTRA que esta quebrada fue declarada en emergencia y que se realizan estudios para establecer las mejoras. Los resultados estarán en nueve meses. “La lluvia arrastró todo el material en el trayecto y hubo inconvenientes en los embaulamientos”, explicó.

El miedo en otros puntos

Uno de los mayores temores está sobre la quebrada de El Tejado, donde se originaron dos aluviones ocurridos el 31 de enero de 2022 y el 24 de abril de 2024, que en total dejaron 29 muertos. Allí, según el funcionario, se realizan trabajos de ampliación del área de retención del material que es arrastrado desde la parte alta de la montaña.

Para Pabón, estas intervenciones no responden sino a dos sentencias judiciales que pesan sobre el Cabildo. La primera, de 2022, declara que el Municipio de Quito vulneró el derecho a vivir en un ambiente sano. Esto obligó al Municipio a tomar acciones no solo en esta quebrada, sino en las demás, pero, según la activista, “no es suficiente”.

Vecinos Vigilantes

En la hondonada de Yakupuro, junto al barrio Osorio, los moradores están preocupados porque, a pesar de que ha llovido fuerte en la última semana, el agua que se esperaba que bajara de la montaña no ha aparecido. “Eso quiere decir que se está represando en algún lado y eso puede resultar peligroso”, dijo Óscar Mullo, uno de los vecinos de este barrio del norte de Quito.

Óscar hace recorridos constantes en los alrededores de la hondonada y descubrió que, a más de un kilómetro del reservorio, hay un derrumbe que podría ocasionar un deslave como el ocurrido el 22 de marzo de 2019. “Yo fui uno de los mayores afectados esa vez, por lo que me comprometí a vigilar la quebrada”, aseveró.

Lago Varoni, otro de los vecinos, también ha recorrido la zona y ha encontrado palos y rocas a lo largo del cauce. “No queremos que ocurra una desgracia porque las lluvias que ya han caído han sido fuertes”, comentó.

Ellos están dispuestos a unirse a una minga con el Municipio para limpiar la quebrada. En meses pasados limpiaron el sitio, pero creen necesaria la presencia de personal técnico para hacer un mejor trabajo. “Hay algunas partes en donde no entra maquinaria, así que el trabajo debe ser manual”, agregó.

Vecinos de Osorio, en el norte de Quito, hallaron derrumbes en la quebrada.RENE FRAGA

Ernesto Fonseca informó que en esta quebrada se aumentó la capacidad del reservorio para evitar nuevos deslaves, pero quienes viven cerca temen que el material baje con fuerza de la montaña y no llegue ni siquiera al reservorio.

Según la Epmaps , se ha invertido un millón y medio de dólares para la limpieza y mantenimiento de las estructuras de captación de las quebradas.

Según el Cabildo, entre enero y octubre de 2024 se ha desalojado 58,317 metros cúbicos de material retenido en las estructuras de captación para garantizar un adecuado drenaje del agua lluvia y evitar posibles taponamientos.

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