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Quito: Tres deslaves en seis meses ha registrado un cerro en Zámbiza
El último percance afectó a unos vehículos que se encontraban en un parqueadero municipal. Murieron enterrados cinco cerdos. Buscaban dos perros.
El fuerte estruendo que Luis Guamán escuchó, cerca de las 19:15 de lunes 27 de febrero de 2023, hizo que pensara que se trataba de un grave accidente de tránsito, porque vive a pocos metros de una vía rápida y los percances de ese tipo están a la orden del día.
Sin embargo, se llevó una sorpresa al salir de su vivienda y verse envuelto en una nube de polvo. Pocos segundos después descubrió que se había tratado de un deslave. Todo estaba oscuro y no podía determinar, de inmediato, la magnitud del suceso.
El hecho se registró en un cerro ubicado a un costado de la avenida de Las Palmeras, en el sector Zámbiza, nororiente de Quito, sobre un predio donde funciona un parqueadero municipal, habitualmente usado por conductores durante los horarios de restricción por el pico y placa.
En el incidente, siete vehículos (de gama media y alta) sufrieron daños en su estructura luego de terminar enterrados. Los propietarios de estos automotores no tendrán que preocuparse por los gastos de reparación, porque el Cabildo se hará cargo, informó la gerente de Terminales y Estacionamientos, Mirna Mendoza.
La funcionaria acudió la mañana siguiente al sitio del suceso e informó que técnicos especializados harían una evaluación de los daños y de la zona. Por ese motivo, hasta que los expertos no den el visto bueno, el parqueadero permanecerá fuera de servicio. No obstante, Mendoza aclaró que buscarán otros espacios cercanos para ofrecer una alternativa a los usuarios.
Se adelantó la venta
En una propiedad privada asentada entre el cerro y el estacionamiento había un espacio para la cría doméstica de cinco cerdos, que en la actualidad tenían un año de edad. La estructura en la que estaban terminó destruida y murieron aplastados y enterrados.
Sus propietarios pudieron recuperarlos de entre los escombros e inmediatamente los faenaron, comentó Guamán, quien explicó que la carne fue llevada a un sector cercano, para venderla fresca y rápidamente al por mayor, para evitar que se dañe. Los clientes serían carniceros y vendedores de fritada. Según indicó, cada cerdo pesaba entre 140 y 160 libras.
Se salvó por unos metros
Guamán sostuvo que este es el tercer deslave en el sitio. El primero ocurrió hace seis meses y eso lo obligó a mover un corral de gallinas. Luego hubo uno hace cuatro meses, que no dejó mayores afectaciones, aunque él tenía pocos segundos de haber pasado por el lugar donde cayeron los escombros y estuvo a pocos metros, cuenta. Finalmente, el suscitado la noche del lunes. Al día siguiente, aún no encontraba a dos perros y sospechaba que por lo menos uno pudo quedar enterrado. (SCM)