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Los padres de familia fueron con carteles hasta el colegio, para pedir respuestas.GUSTAVO GUAMAN / extra

Quito: Padres no les mandan a clases a sus hijos por miedo

El caso de un presunto abuso sexual en un colegio del norte de Quito, provocó que los representantes de los estudiantes se quejen de la inseguridad que se vive en el plantel. 

Andrea Velasco decidió no enviar a sus dos hijos a la unidad educativa Liceo Policial, en el norte de Quito, luego de enterarse de que dentro del plantel habría ocurrido una agresión sexual.

La mujer, quien también es representante del comité de padres de familia, indicó que el hecho se habría registrado el pasado viernes 17 de marzo y que las autoridades nunca avisaron al respecto.

Los representantes de los estudiantes se enteraron del caso el este martes 21 de marzo, cuatro días después, por lo que decidieron tomar cartas en el asunto. Al pedir a las autoridades una explicación, no recibieron respuesta y por eso decidieron organizar una marcha desde el plantel hasta el Ministerio de Educación para exigir más seguridad.

La medida de hecho se iba a realizar la mañana de ayer, pero los padres la cancelaron porque, según ellos, funcionarios del ministerio iban a hablar con ellos. Pero nada. Velasco recibió un mensaje de texto en el que le indicaron que la rectora del plantel estaba enferma y no les podía atender.

En ese momento, ya enojados, empujaron al encargado de la puerta e ingresaron al patio principal, donde gritaban: “¡Afuera la rectora, afuera la rectora!”.

Más tarde, Verónica Chávez, directora distrital, se reunió con algunos representantes, a quienes les informó que el caso está siendo investigado por la Fiscalía y que se indagará si hubo responsabilidad por parte de las autoridades del plantel, para iniciar los sumarios administrativos correspondientes.

El comité de padres de familia ha gestionado para instalar 20 cámaras de seguridad dentro y en los exteriores del plantel.

Otros casos

María Augusta Bolaños es otra madre que decidió no enviar a sus hijas por miedo a lo que pueda pasar. Sus pequeñas han sido víctimas de acoso. Según la mujer, a una de ellas la golpearon y discriminaron “por tener un tono de piel más oscuro que el resto”.

A su otra niña la insultaron e hicieron dibujos obscenos con su nombre en el baño.