Yimi Estupiñán cumplirá un mes de prisión preventiva por secuestro extorsivo. Eso resultó un alivio, aunque temporal, para la víctima. “Si se quedaba con medidas sustitutivas era muy peligroso”, dijo Jesús López, abogado de la mujer, de 31 años.

Aclaró, además, que Estupiñán mintió al decir que era pareja de la señora que secuestró, pero sí hay detrás un caso de violencia de género. “Fueron pareja unos cinco meses, pero ella decidió terminar por los constantes maltratos del señor”, relató el abogado.

Incluso, luego de la ruptura, el sujeto la seguía acosando, aduciendo que la relación se terminaba cuando él quería y no al revés. El acoso llegó al punto de que Estupiñán obligara a la mujer a subirse a un auto rojo para llevarla a una cantera en el barrio Bicentenario, norte de Quito, el lunes. “Tenía intenciones de acabar con su vida”, explicó López.

Esto luego de que la víctima firmara algunos pagarés y contratos de compraventa de una casa rentera. “Ella vive de los arriendos y paga un préstamo con eso. También había vendido un terreno en Cuenca”, contó López.

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En medio del terror, logró activar el botón de pánico de su celular para que un equipo policial la rescatara. “Instaló el botón por una capacitación de seguridad en el barrio”, explicó López.

PROTECCIÓN

Aunque Estupiñán está preso el temor no se ha ido, puesto que él conoce los detalles de la vida de su expareja, como los colegios en los que estudian sus tres hijos, sus horarios y rutinas. “Hay una prohibición de intimidación por parte de él o por terceros, pero ella no puede vivir en paz”, agregó el abogado.

El caso por ahora se lleva de oficio por la Fiscalía, pero la defensa de la víctima prepara una denuncia particular, así como la petición de que ella y sus hijos estén dentro del programa de víctimas y testigos.

El médico de Fiscalía le otorgó tres días de incapacidad, debido a los golpes que recibió del atacante, sin embargo, también solicitarán una ampliación del examen, pues la víctima presentó sangrado. “Es posible que tenga heridas internas en su vientre, por lo violento del ataque”, explicó el abogado.

Uno de los problemas en medio del proceso fue que no hubo ginecólogo especialista para víctimas de delitos. “Ella estuvo 23 horas sin dormir, sin ser atendida. Estos casos deberían ser prioridad”, reclamó López. 

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