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Quito: Hombre fue sentenciado por abusar sexualmente de su sobrina menor de edad
La Fiscalía informó el viernes 9 de febrero de 2024 la decisión tomada por las autoridades judiciales. El hecho fue descubierto el 13 de junio de 2020
Un hombre, de 33 años, fue sentenciado a la pena máxima agravada por el delito de abuso sexual, luego de que se demostrara su autoría en la agresión cometida en contra de su sobrina política, una adolescente, de 16 años, según ha informado la Fiscalía General del Estado este viernes 9 de febrero de 2024.
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La pena en contra del sujeto fue de seis años y cuatro meses e privación de libertad, pero además por disposición del Tribunal Penal tendrá que pagar una multa de 12 salarios básicos unificados (5.520 dólares) y 2 mil dólares como reparación a la víctima, quien debe recibir tratamiento sicológico de parte del Ministerio de Salud.
El hecho delictivo, cometido en Quito, fue descubierto el 13 de junio de 2020, cuando la perjudicada le escribió a su madre para que la sacara de esa casa, debido a que poco antes, el tío le había dicho que ella le gustaba y "la cotó con insinuaciones sexuales".
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Según la Fiscalía, la reacción de la adolescente fue esquivarlo, decirle que salga de la habitación y contactar de inmediato a su mamá. Este hecho, considerado por el Ministerio Público como un abuso sexual, sucedió en medio de una fiesta familiar.
"La madre encontró a la adolescente, parada en la puerta de la casa de su tía. Al enterarse de lo sucedido, fueron a la UPC (Unidad de Policía Comunitaria) del barrio para denunciar el delito. En el juicio, la madre de la víctima dijo al Tribunal que un día antes, por pedido del padre, le dio permiso a su hija para asistir a la fiesta de cumpleaños de su primo, en la casa del agresor", se detalla en un escrito de la Fiscalía.
La víctima contó que los adultos de la familia paterna de la víctima consumieron bebidas alcohólicas toda la noche y madrugada, mientras que el hecho delictivo habría acontecido en horas de la mañana, cuando la menor de edad descansaba en uno de los dormitorios, pero no habría sido la única vez. A ella le habría hecho insinuaciones desde que tenía 13 años. El padre de la perjudicada no le creyó.
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