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El cevicuy toma por lo menos tres horas en preparar por la cantidad de ingredientes que tiene. Diana lo ofrece, sobre todo, los fines de semana.GUSTAVO GUAMAN

Quito: la creadora del ceviche de cuy está en La Merced

Al ver que no conseguía trabajo acorde a su profesión decidió emprender con un platillo que combina ingredientes de la Costa y de la Sierra

La necesidad saca la creativad de las personas. Es lo que le pasó a Diana Farinango, que desde hace tres años ofrece ceviche de cuy. La enfermera de 36 años llegó a la parroquia de La Merced, ubicada en el suroriente de Quito, desde Ibarra, en la provincia de Imbabura, por puritito amor. “Conocí al que es ahora mi esposo por redes sociales. Nos enamoramos y lo dejé todo”, cuenta entre risas.

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En Ibarra cuidaba adultos mayores y tenía ingresos fijos, por lo que no dudó que tendría la misma suerte en la capital. Pero no fue así. Tocó varias puertas, pero no conseguía nada. Eso sí, no dejaba de preparar ceviche para su familia y sus amigos. Es su platillo favorito.

¡Estaba perdiendo plata!

En una de las degustaciones, un vecino le dijo que debería ponerse un negocio con ese platillo y que le iría bien. Temerosa abrió un local en la casa de su cuñada. “Al principio, como en todo, no eran tan buenas las ventas, pero yo trataba de innovar para que mis ceviches se diferencien del resto”, dice.

El secreto está en el caldo, cuya receta le enseñó una mujer oriunda del Valle del Chota. Todo está hecho con ingredientes naturales. “Tiene tomate, cebolla y otras cositas”.

El platillo se prepara en el momento que pide el comensal. Todo está previamente cocido.GUSTAVO GUAMAN

Empezó con combinaciones con chochos, atún, camarón, hasta que un día su esposo le dijo que probara con un roedor andino: el cuy. Como nada perdía con el experimento, lo puso a la venta y los clientes cayeron por montones. “Les gusta esa mezcla de los productos de la Costa y de la Sierra y porque el plato es llenador”, agrega Diana.

El platillo es una bomba gastronómica, pues lleva calamar, atún, albacora, camarones, chochos, cebolla, tomate, pollo, cuero de chancho y un cuarto del animal asado. A la mayoría, según la emprendedora, le gusta que le pongan la cabeza para “verlo a los ojos” antes de ‘echarle’ diente. Esto se acompaña de canguil, chifles y un toque de hierbita. ¡Completo!

El camello

Aunque la demostración para el equipo de EXTRA se veía sencilla, pues era cuestión de mezclar los ingredientes en el plato, el trabajo es duro. Es por eso que Diana tiene la ayuda de su cuñada, Alicia Atahualpa, para prepararlo todo. “Yo solo hago las cosas operativas, la sazón es de la dueña”, bromea Alicia.

Entre las dos se encargan, desde las seis de la mañana, de aliñar las proteínas y cocinarlas. Además de hornear los cuyes enteros para luego despresarlos. “Por ejemplo, el pollo no puede cocinarse con los camarones o el pescado. Todo se prepara en recipientes distintos para que conserven los sabores”, explica Diana.

Generalmente, el cevicuy se vende más durante los fines de semana y feriados, pues la parroquia también ofrece otros atractivos turísticos, como su parque central, espacios verdes y accesos de senderismo hacia el volcán Ilaló. “Por eso pusimos un letrero en la entrada a la parroquia. Así nadie se me pierde”, agrega Diana.

Algunos famosillos ya se han dado una ‘vuelta’ por el local, como el influencer Kike Jav con su familia.

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