Hay dos cosas que ponen a temblar a los habitantes del barrio Balcón Quiteño, del occidente de Quito, y ambas se relacionan con el puente peatonal que está sobre la quebrada El Tejar y que los conecta con cinco sectores de esta zona capitalina. La primera situación es la simple caminata por esta zona, pues los lugareños sostienen que parte de la estructura ha empezado a deteriorarse y que cada día, al pasar por el sitio, sienten que este paso peatonal se mueve más de lo habitual. Algunos residentes, incluso, cruzan con temor.

Otra circunstancia que los tiene en zozobra es la delincuencia. Los moradores aseguran que los pillos aprovechan la falta de control policial para tomarse el sitio y asaltar a los transeúntes. Por ese motivo, hay personas que evitan circular por el puente en horas de la noche, pero no todos pueden tomar esa medida, porque hay trabajadores y estudiantes que no contarían con otra opción.

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Los residentes mostraron a EXTRA una guarida que los maleantes y consumidores de sustancias estupefacientes han creado debajo de una base de la estructura. Esta no puede ser vista con facilidad desde la parte superior y tampoco se puede bajar al sitio con facilidad, porque un mal paso podría hacer que alguien termine en el fondo de la quebrada.

En este espacio, de no más de 5 metros cuadrados, se pueden observar cajas de fósforos, tapas, prendas de vestir, sábanas y otros objetos que evidencian que en el lugar pernoctan personas. Por eso, el morador Augusto Ansha hace un llamado a la Policía Nacional para que visite el sitio y coordine operativos de vigilancia y recuperación del espacio público, para evitar una desgracia mayor, debido a que los delincuentes y consumidores de drogas podrían tornarse más violentos.

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Temen quedar ‘desconectados’

A través del puente se conectan los barrios Balcón Quiteño, El Rosal, 4 Estacas, Salvador Allende, Álvaro Pérez y El Placer, además de que los moradores llegan a caminos que los llevan a Toctiuco y San Juan, comentan los residentes.

Este paso peatonal fue construido hace aproximadamente diez años (estamos 2023) y luego de eso no habría recibido algún tipo de mantenimiento en sus bases. La dirigente barrial Magdalena Sigcha explica que lo único se ha hecho es pintarlo, pero aún así hay tramos que han empezado a desprenderse. Además, señala que la tembladera que hay al pasar podría relacionarse con algún problema en la estructura que lo sostiene, pero no pueden comprobarlo porque las autoridades municipales no habrían ido a realizar una inspección.

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Doris Santos coincide con Sigcha y añade que otro problema que hay en el sector es la basura, porque gente de barrios cercanos llega para lanzar sus desechos a la quebrada. Esa situación podría hacer que con la presencia de las fuertes lluvias se acumule agua que afecte a las casas que están alrededor y a las bases del puente. En el sitio temen perder este importante paso peatonal.

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