El robo de una motocicleta habría sido la causa del secuestro y posterior asesinato de dos personas cuyos cuerpos aparecieron colgados, la mañana de ayer, sobre las barandas del puente del río Payamino, en la provincia de Orellana.

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Las víctimas mortales: Adolfo Geovanny Delgado, de 30 años; y Jefferson David Caicedo Jipa, de 24, este último oriundo de Colombia, pero habitaba en la Amazonía ecuatoriana.

El coronel Édison Shive, comandante subrogante de la Zona 2, explicó que los occisos, quienes residían en la provincia de Sucumbíos, participaron el pasado 1 de noviembre en el robo de una motocicleta, hecho ocurrido en las calles 2 de Febrero y Ernesto Rodríguez, en el centro del cantón El Coca, capital de Orellana, y que tras ser detenidos por la Policía fueron puestos a órdenes de las autoridades judiciales.

“En la audiencia les dictaron medidas sustitutivas, ellos debían presentarse dos veces por semana y tenían prohibido salir del país. El martes 7 de noviembre, luego de acudir a la Fiscalía de El Coca, se dirigían al lugar de su residencia, pero en el trayecto fueron secuestrados, les exigían dinero a sus familiares. Pudo tratarse de una represalia por el delito que cometieron”, indicó.

Los criminales pedían 200 dólares por la liberación de cada uno de los hombres. Después del rapto comenzaron a enviarles imágenes a los familiares donde se observaba la forma en que los golpeaban y maltrataban.

“Se contactaron a través de llamadas y mensajes, como no concretaron nada los comenzaron a torturar. Los dos tenían huellas de maltratos, uno estaba maniatado, además tenían un impacto de arma de fuego en la cabeza. Fueron rescatados con la ayuda de la Policía, Armada del Ecuador y Cuerpo de Bomberos, ya en tierra fueron llevados a la morgue”, detalló el oficial.

Tras el hallazgo de los cadáveres, la Policía realizó varios operativos que permitieron la captura de un sospechoso, quien sería la persona que enviaba los mensajes exigiéndoles dinero a los familiares de los occisos, uno de ellos por el tatuaje en uno de sus brazos se presume que pertenecería a la organización criminal Los Lobos. AEB

El jefe policial detalló que en esta provincia amazónica los delitos más frecuentes son los robos y los conflictos entre los ciudadanos por el cierre de la vías por temas relacionados con la extracción del petróleo. “No hay incidencias delictivas de gran escala. De vez en cuando hay muertes violentas. Hay ciertos grupos delictivos que quieren asentarse en este territorio, detrás de este doble asesinato, al parecer, estaría una banda criminal”, afirmó.

Del 1 de enero al 8 de noviembre en Orellana se han registrado 41 asesinatos, 21 más que en el 2022 en el mismo período. Días antes de este hecho de sangre que ha conmocionado a los habitantes de esta localidad, en redes sociales se difundieron vídeos donde un sujeto rodeado de personas armadas aseguraba ser integrante de Los Choneros y amenazaba con arremeter en contra de la persona que sea captada robando o extorsionando.

“Pueblo de Orellana nos dirigimos a ustedes, a través de los panfletos que lanzaron queremos dejar en conocimiento que no estamos extorsionando o cobrando ‘vacunas’, no se dejen sorprender. Personas de otra organización que sean captadas robando o extorsionando serán capturadas y ajusticiadas por nosotros mismos”, indica la persona que habla en la grabación de casi un minuto.

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