Las quejas sobre el dragado han aumentado, no solo por la menor cantidad de sedimento extraído en días recientes (hoy se utiliza un booster para mejorar la extracción), sino también porque se está formando un banco de arena a pocos metros del material que se supone se está retirando del islote del Palmar, entre Guayaquil y Samborondón, lo que genera inquietud entre los vecinos.

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Los residentes de La Puntilla están preocupados. Según sus observaciones, hace un mes había agua en el área, pero ahora se ve tierra firme cada vez que baja la marea. La situación es tal que parece posible caminar sobre ella, como ocurrió en el pasado en un lugar cercano donde una familia llegó en bote y montó una parrilla y sombrillas.

Los vecinos, que se reunieron con EXTRA, quieren entender la situación. Han solicitado aclaraciones a la Prefectura del Guayas, pero hasta ahora no han recibido respuestas. Lo único que notan es que la sedimentación sigue avanzando.

Se preguntan si el sedimento extraído se está depositando cerca de sus hogares, en lugar de ser transportado a El Tejar, en Durán, a 6 o 7 kilómetros de distancia. “No creo que eso esté ocurriendo, pero sería absurdo. No sé si hay un problema, pero lo que sucede no es normal. No tendría sentido dragar y luego desechar el lodo a pocos metros. Necesitamos saber qué está ocurriendo para no preocuparnos más de lo necesario”, comentó un residente que pidió mantener su nombre en reserva.

Este medio solicitó una explicación a la Prefectura, que aseguró durante una visita al lugar que la sedimentación observada no está relacionada con una mala extracción ni con fugas en la draga o las mangueras.

“La tubería flotante que conecta con la draga y la sumergida, que transporta el sedimento a Durán, están en buen estado. Nuestro equipo revisa constantemente los equipos y no se han reportado fugas. Lo que observamos es el resultado de dinámicas naturales. En esta área, donde se unen los ríos Daule y Babahoyo, la marea y las corrientes afectan la sedimentación, que también depende de lo que baja de la cuenca alta”, explica Juan Carlos Proaño, director de Riego, Drenaje y Dragado de la Prefectura.

Sobre la posible desaparición del banco de arena, Proaño no tiene certeza. “Estos son procesos naturales en los ríos que pueden aparecer y desaparecer. Estamos monitoreando la situación para tener un registro histórico”, agrega.

Si el banco de arena sigue creciendo, se continuará con el dragado. “Este proceso no puede detenerse porque el área es muy sensible y cambia según lo que ocurre en la cuenca alta. Además, es urgente un trabajo de reforestación”, destaca Proaño, quien menciona que se está organizando una mesa de trabajo para abordar medidas complementarias.

Jacinto Rivero, ingeniero civil y experto en hidráulica, considera que la explicación de la Prefectura es lógica. “Lo que la gente observa es un proceso natural en el estuario y alrededor del islote, que puede ser temporal. El fondo del río cambia constantemente, y no hay que alarmarse. Esa sedimentación se ve en varios puntos a lo largo de la cuenca”, aclara Rivero, quien también aboga por un enfoque integral para evitar problemas mayores.

Rivero sugiere construir estructuras hidráulicas que permitan el flujo del material sin necesidad de dragado. “De esta manera, se depositaría más abajo, donde no cause inconvenientes”, señala.

Para algunos habitantes de Samborondón, como Viviana Sarmiento, aunque la aparición del banco de arena es normal, las autoridades no deben perder de vista la situación. “Entiendo que todo está relacionado con el ecosistema, pero si se necesitan más herramientas para prevenir la formación de otro islote, se debe actuar. El dragado se realiza para evitar taponamientos y mantener el canal de navegación, que aún parece complicado recuperar. Solo pido que la Prefectura no ignore este problema y que mejore el proceso de dragado, que ha sido lento”, dice Sarmiento.

Proaño, en un reportaje anterior, reconoció que el Consorcio Dragando por Guayas ha estado extrayendo el sedimento a un ritmo promedio de 210,000 m³ al mes, muy por debajo de lo esperado. Sin embargo, hoy destaca que el proceso se está acelerando con el uso de un booster, aumentando la extracción a más de 350,000 m³ al mes.

Luis Vera, director del proyecto, confirmó que actualmente se están descargando 700 m³ por hora. “Estamos operando a máxima capacidad con el booster, y la presión es muy buena”, asegura.

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El objetivo del proyecto es dragar 6.2 millones de m³ hasta abril de 2025. Hasta la primera semana de este mes, se habían extraído solo 2,200,000 m³, quedando 950,000 m³ pendientes.

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