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Un predio de propiedad del Municipio genera temor en el barrio 23 de julio, norte de Quito
Los vecinos esperan la construcción de un parque desde hace 20 años. Allí hay personas en situación de calle y presuntos vendedores droga.
En el espacio verde ubicado en la calle José Miguel Carrión y Machala, en el norte de Quito, se pueden encontrar ropas viejas y colillas de cigarro en medio de la maleza. Este panorama tiene ya 20 años, desde que dejaron de funcionar unas canchas que eran parte de un colegio. Según los vecinos, ahora pertenece al Municipio de Quito.
Eso no es todo, al frente existe otro espacio también abandonado. Ambos tienen en zozobra a los moradores del barrio 23 de Julio por la ocupación de personas en situación de calles y presuntos vendedores de droga.
Edwin Naranjo contó a EXTRA que hace un mes, incluso, hubo una riña entre dos grupos rivales. “Estaban al cruzar la calle y parecía que se peleaban por territorio”. Los vecinos solo atinaron a ver la bronca desde sus ventanas por miedo a represalias. Llamaron a las autoridades y se retiraron a las personas. “El asunto es que siempre vuelven”, reclamó Naranjo.
SIN LÍMITES
Los antiguos ocupantes del terreno incluso rompieron las tuberías de agua de una vivienda. “Les quitaron el agua a los dueños para que vaya al terreno y ellos ocuparla”, relató el morador.
Alejandro Londoño, también vecino, comentó que ya varias veces los ‘residentes’ de los terrenos han intimidado y robado a los moradores o sus visitas. “A partir de las seis de la tarde es impensable caminar junto a ese terreno”, agregó.
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En el momento de la cobertura, EXTRA evidenció cómo dos sujetos buscaban esconderse entre la maleza, un motociclista paró a orinar allí y un sujeto salió de entre los árboles con actitud amenazante. “Así vivimos nosotros, con miedo”, acotó Londoño.
Tatiana Huilcajama trabaja en la zona y en cuanto llegó le dijeron que por esa esquina, sobre todo, debe tener mucho cuidado. “Todos saben eso y de entrar al bosque menos. De ahí se ve que entran y salen personas. Es mejor estar alertas”, expresó.
LAS PROMESAS
Londoño explicó que los moradores se han organizado para combatir la delincuencia, colocando cámaras de seguridad y manteniéndose en constante comunicación por medio de chat. “Si alguien ve algo sospechoso lo alerta en el chat. Así nos cuidamos”, agregó.
Incluso solicitaron al Municipio de Quito que entregara el terreno en comodato para intervenirlo, pero les dijeron que no se podía porque había planes de construir un parque. Eso no ha pasado. “Con eso nos tienen desde hace años y no se cumple. Ya pasan varias administraciones y esto sigue igual”, reclamó Naranjo.
Se presume que, además, es un sitio de venta de drogas, pues se parquean carros, sus ocupantes entran al terreno y salen a los pocos minutos. “Obviamente la gente que viene se ve peligrosa”, agregó Naranjo.
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