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Los policías implicados en el homicidio de un joven, en Quito
El responsable sería un cabo en servicio activo, quien declaró que le querían robar. Estaba junto a una policía cuando ocurrió el hecho violento
Emilia Bravo recuerda que vio a su esposo, Anthony Mora, por última vez cuando él fue a buscarla a su local, en Carapungo, norte de Quito. “Te cuidas, corazón”, le dijo y luego se despidió de ella con un beso en la frente.
Horas más tarde le llamaron para avisarle que su pareja estaba muerta en el Hospital de Calderón. Además, le indicaron que la persona que había sido responsable del crimen es un policía en servicio activo.
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La mañana de ayer, familiares y amigos velaron los restos de Mora en la casa barrial de Carapungo y luego los trasladaron en una caravana hasta el cementerio de Calderón.
Jaime Páez fue el profesor de fútbol de Mora cuando era niño. Él lo recuerda como un joven deportista y sano. “Hace cinco años se dedicó al kickboxing. Le gustaba entrenar.”
El disparo que lo mató
Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) llegaron a la casa de salud para averiguar más detalles del hecho violento.
Hablaron con José (nombre protegido), el amigo de Mora que lo llevó al hospital. Este les contó que la madrugada del 18 de mayo fue junto a un amigo en una motocicleta hasta una discoteca de Llano Grande, donde se encontró con Mora, quien estaba acompañado de cuatro sujetos.
Se tomaron unas cervezas y luego salieron del centro nocturno. Mora y sus ‘panas’ invitaron a José y su amigo a seguir bebiendo. Subieron a un carro y les dijeron que los siguieran en la moto.
A pocas cuadras, el carro en el que iba Mora se detuvo. Se bajaron él y tres sujetos y le dijo a José que lo siguiera caminando. Llegaron hasta un carro blanco, uno de los acompañantes de Mora pinchó la llanta trasera y se escuchó un disparo. Todos salieron corriendo.
Mora gritaba: “¡Mi pecho, mi pecho!” y se desplomó. José se acercó y escuchó que con las últimas fuerzas, su amigo le dijo: “No me dejes morir”. Lo llevaron a la casa de salud, donde el médico de turno confirmó su deceso.
Investigación del caso
Los agentes fueron al lugar de los hechos para levantar información con las cámaras de seguridad que hay por la zona y siguieron la ruta del vehículo blanco, el cual ingresó a unos conjuntos habitacionales de Calderón.
Del automotor se bajaron un hombre y una mujer que tenían uniformes de la Policía e ingresaron a un domicilio.
Dos horas más tarde, ellos salieron y esperaron a otro vehículo, del cual bajaron una llanta y la cambiaron con el neumático trasero. Luego se fueron del lugar. Los investigadores los persiguieron y los detuvieron en aparente estado de embriaguez. Les comentaron el motivo de la aprehensión y les pidieron su versión.
El cabo de Policía les manifestó que mientras estaban dentro del carro, se acercaron varios sujetos a querer abrir las puertas. Uno de ellos habría tenido un arma de fuego que intentó accionar, pero se le encasquilló. En ese momento el gendarme sacó su arma de dotación y le disparó.
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Ahora, el uniformado se encuentra en prisión preventiva por el delito de homicidio.
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