Exclusivo
Actualidad
Ecuador: La Policía dice que hubo incremento en el uso de explosivos para cometer delitos
En lo que va del 2021 se han registrado 61 eventos en los que se han utilizado granadas de uso militar. Al parecer, el armamento viene de fábricas peruanas.
Granadas de fragmentación de uso militar en manos de la delincuencia común y vándalos armando explosivos caseros, son los dos problemas a los que se ha tenido que enfrentarse el escuadrón antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) a nivel nacional.
Según la información que maneja la unidad, en lo que va del año, en el país se han registrado 61 casos relacionados con granadas y 48 con artefactos improvisados que contenían material fulminante.
La última alerta que tuvo el personal del escuadrón en el país fue cuando hallaron explosivos cerca de la cabeza decapitada de un reo en la cárcel de Guayaquil, el 1 de octubre.
Mientras tanto, en la capital fue durante las manifestaciones que se dieron la última semana en el Centro Histórico.
Los policías se percataron que había un bulto negro en la Plaza del Teatro, custodiaron la zona hasta que las manifestaciones concluyeran y luego entraron en acción. La bomba habría sido una farsa porque contenía dos rocas y cal.
Esa misma semana, en La Bota, en el norte de la capital, una familia fue atacada a tiros y con granadas. Según el informe policial, la propietaria del inmueble contó que varios sujetos se bajaron de un vehículo y empezaron a disparar.
Cuando la señora salió para ver los daños causados se percató que había una granada en el parqueadero de su casa.
Personal de antiexplosivos también halló una granada cerca del domicilio. La que estaba en el interior de la casa lograron levantarla y se llevaron como evidencia; sin embargo, la otra la hicieron explotar en el lugar por el peligro que se corría si era trasladada a mano.
Se presume que el ataque habría sido por una pugna de territorio en la venta de droga.
‘Bombas importadas’
Wilson Granja, comandante del GIR, indicó que luego del análisis de los últimos casos a nivel nacional han determinado que dentro del mercado negro de las armas, las organizaciones criminales piden más explosivos que municiones. El coronel añadió que los delincuentes tienen dos fuentes donde compran la ‘merca’ bélica.
La primera sería a los grupos irregulares que fueron desmovilizados de la frontera norte por las Fuerzas Armadas. “Estos podrían enviar los explosivos por pasos ilegales”.
La otra forma de obtener las bombas es en fábricas de armamento peruanas. Granja explicó que los números de serie y códigos que encontraron en algunas de las granadas decomisadas o manipuladas en los últimos casos eran de empresas del país vecino. “Tenemos información de que las armas serían parte de un patrocinio de grupos de narcotraficantes”.
Ellos, al parecer, estarían defendiendo sus intereses y territorios. Por eso, para ‘meter miedo, según el oficial, adquieren armas de grueso calibre y con eso envían un mensaje a sus contrarios para dar una idea de supremacía frente a ellos.
Granja añadió que ante esto las unidades especiales están preparándose para poder repeler cualquier tipo de ataque con explosivos. Eso sí recomendó a la ciudadanía que cuando exista un evento de este tipo no les gane la curiosidad y se alejen de la zona por lo menos unos 80 metros a la redonda para evitar algún percance.
Guayaquil y Quito, las más explosivas
Los datos que manejan en el Grupo de Intervención y Rescate detallan que la ciudad donde se han registrado más casos con granadas es en Quito con 22 sucesos. Le sigue Guayaquil con 19 casos y Esmeraldas con cinco.
Sin embargo, los datos cambian cuando se refiere al hallazgo de artefactos explosivos improvisados.
En este caso la urbe que registra más sucesos es Guayaquil con 21, le siguen Esmeraldas y El Oro con 10 y 7 casos respectivamente.