Son muchos los milagros atribuidos a la Virgen de las Mercedes, pero no todos los relatan, dice Aracelly Arias, de 34 años, habitante de Playas. 

“Tenía un problema en el corazón que se agravaba por las deudas. Sentía que estaba en un abismo. Cada jueves, en la adoración al Santísimo, le rezaba a ella, porque era la única que me podía ayudar. El 24 de septiembre del año pasado fue el último día que me dolió el corazón. Después de que asistí a su procesión sentí un alivio. Y al otro día la carpeta que había entregado en una empresa para trabajar fue aprobada, la Virgen me escuchó. Hoy tengo salud y trabajo”, cuenta la creyente.

Rosalía Pezo, de 65 años, da su propio testimonio. Afirma que estaba casi paralítica por unas dolencias en los huesos. “Sabía que la procesión iba a pasar por mi casa, puse su imagen en mi ventana y cuando ella pasó le pedí que me tenga misericordia. Luego pude caminar sin ningún dolor. El milagro sucedió hace tres años”, rememora.

“La matrona de Playas es nuestra protectora. A diario la gente agradece por los favores recibidos”, indica el párroco de la iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, Mario Pazmiño.

Por esa razón no querían dejar de homenajearla. Y aunque el coronavirus paró los eventos deportivos y culturales, incluso las distracciones populares en su honor, no pudo apagar la fe de sus fieles, quienes le pedían protección en medio de la pandemia.

Unos 50 vehículos participaron el 15 de septiembre pasado en la procesión motorizada (medida establecida para evitar las aglomeraciones) y el recorrido fue por los barrios San Jacinto, 26 de Marzo, Los Angelitos, San Pedro, avanzaron al centro del balneario, hasta llegar al templo.

La devoción hacia ella se vio reflejada en las ventanas y fachadas de casas, en las que se veía su imagen, adornada con palmeras y flores. A su paso, la gente salía de sus viviendas y se persignaba. Otros como José Andrade colocaron parlantes para homenajearla con música. La caravana se detenía para que el párroco los bendiga.

En cada uno de los seis altares el sacerdote leyó citas bíblicas, las cuales fueron acompañadas de cánticos y rezos.

Este jueves, 24 de septiembre, se repetirá la procesión en los mismos barrios, esta vez con el Santísimo (hostia consagrada). Su misa será a las 11:00, parte de los devotos entrará al templo con un aforo del 50% y otro grupo la escuchará en la cancha parroquial, que está junto a la iglesia donde se pondrá una pantalla gigante.

Donación de una guayaquileña

Las fiestas de las Mercedes se iniciaron en 1915, según el relato del historiador local Miguel Criollo. En ese año comenzó la construcción del primer templo, que inicialmente era de caña.

La imagen de la Virgen fue donada por María Luisa Luque de Sotomayor (+), una dama guayaquileña de las primeras familias que llegaron a Playas.

Posteriormente se conformó un coro de señoritas llamado ‘Las hijas de María’, a cargo del párroco de ese entonces, Carlos Cárdenas, entre sus integrantes estaban Amanda Vera, Jacinta y Juana Orrala, Carmelina Jordán (+), quienes cantaban acompañadas por un instrumento llamado melodio (piano antiguo). Todo esto se dio en el año 1951.