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Las súplicas que hicieron los devotos en el Congreso Eucarístico, en Quito
Uno de los eventos religiosos más importantes inició con una misa campal en la que los feligreses pidieron por seguridad del país
Gladys Chiquita se cubría el rostro con unas hojas de papel. En su mano derecha cargaba un crucifijo dentro de una bolsa de plástico. Este símbolo lo adquirió cuando hizo la confirmación. “Mi devoción a Dios es lo único que tengo”.
La mujer, de 66 años, llegó a Quito desde el barrio Sigsicalle Sur, ubicado en Latacunga, provincia de Cotopaxi. Tenía ganas de ver al delegado del papa Francisco, en la edición 53 del Congreso Eucarístico Internacional.
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Este evento religioso es uno de los más importantes para la Iglesia católica y fue celebrado en el Centro de Convenciones Quito.
Gladys aprovechó el momento para pedir a Dios por el país. Comentó que la zona rural en la que vive ha sido invadida por la delincuencia. “Ruego para que las autoridades hagan algo y que se calmen las cosas. Hay mucha violencia”.
La adulta mayor afirmó que la fe es lo único que la mantiene con vida. Ella vive sola y vende caramelos para subsistir. Además, camina con la ayuda de un andador ortopédico luego de que fue intervenida quirúrgicamente en la columna.
¿Cuántos adolescentes hicieron la primera comunión?
Dentro de los más de 10 mil feligreses que asistieron al evento, 1.700 eran adolescentes que iban a recibir la primera comunión. Entre ellos estaba Kerly Andrimba, de 12 años, quien, junto a su madre, Elvia Churuchumbi, llegaron desde la parroquia Olmedo, en el cantón Cayambe.
La señora contó que es la primera vez que viven una celebración religiosa de tal magnitud. Según ella, llegó para agradecer a Dios por devolverle la vida a su pequeña.
Cuando dio a luz a Kerly, ella ‘nació muerta’. Elvia recordó que no tenía signos vitales y que los médicos le dijeron que no podían hacer nada. “Recé, oré, le rogué a Dios que me devolviera a mi hija y a los pocos minutos dio su primer suspiro”.
Durante la misa campal intervino el monseñor Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, quien se dirigió a los jóvenes y los invitó a ser los nuevos misioneros de la iglesia para que puedan sanar al mundo.
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También recalcó que hacer la primera comunión es llenar de alegría los corazones.
¿Qué tan importante es la fe?
Blanca Herrera y un grupo de mujeres de Cotocollao llevaron una gigantografía de la Virgen María Auxiliadora cubierta con flores.
Ella afirmó que en la actualidad las personas se han apartado de la religión y que por eso “vivimos en un mundo tan inseguro”. Para ella la fe es lo más importante para hacer grandes cambios y, según ella, salvar muchas almas.
Blanca es misionera de su iglesia y todas las semanas lleva la comunión a los enfermos.
Cerca del grupo de devotas, Diego Orbe cargaba una bandera del Ecuador junto a su esposa y su madre. En la misma estaban escritos los nombres de algunos de sus familiares a quienes querían bendecir. Él estuvo de acuerdo con Blanca en “sanar las almas”, más aún en el contexto y la violencia que se vive en el país.
El Congreso Eucarístico Internacional se mantendrá hasta el próximo domingo 15 de septiembre. Un día anterior habrá una misa y una procesión desde la iglesia San Francisco hasta la Basílica.
Delegados de más de 50 países participarán en este megaevento religioso.
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