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Deudos no apagarán sus voces y continuarán con sus reclamos a través de plantones y marchas.Juan Faustos-Extra

¡La pesadilla será grabada!

Familiares de los cuerpos extraviados en la pandemia filmarán un documental sobre su sufrimiento, el cual será presentado a la Comisión de Derechos Humanos

Al parecer los plantones, las pancartas, las voces y los gritos exigiendo la aparición del cuerpo de su ser querido no es suficiente.

Por tal razón, los familiares de aquellos que fallecieron durante la pandemia y cuyos cadáver no ‘asoman’, decidieron crear un material audiovisual que registrará cada momento del episodio más duro de sus vidas.

Frases como “¿Dónde están?”, “Queremos justicia” son las que el viernes pasado expresaron decenas de deudos, quienes se concentraron en el exterior de las instalaciones de la Gobernación del Guayas, para insistir con su solicitud, pues consideran que es insólito lo que ha ocurrido en las morgues de los hospitales públicos.

Existen 62 cuerpos no identificados que están en proceso de reconocimiento, a través de pruebas de ADN. La autoridad ha explicado que algunos no tienen familiares y tendrán que ser inhumados con ADN.

Pedro Macías, coordinador de las familias, señala que este documental tiene como finalidad convertirse en una evidencia de lo que han sufrido. “Una vez terminado el trabajo audiovisual, lo presentaremos ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos. Hay cuerpos que no aparecen y eso no puede ser”, expresa.

Fanny Cruz perdió a su padre en el hospital del Guasmo Sur, el 1 de abril. “El Gobierno oculta información y nosotros necesitamos saber de nuestros familiares”, sostiene.

Dentro de las reuniones que se mantiene con las autoridades se hace otra petición: que algunos cuerpos enterrados también sean sometidos a la prueba de ADN, pues aún les queda la duda de que aquella persona sepultada sea su familiar. Por lo tanto, seguirán con las manifestaciones hasta que sean escuchados y el Gobierno Nacional responda, pues consideran que todavía no hay responsables de este hecho que ha aumentado el dolor en las familias ecuatorianas.