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Coronavirus: ¡Todo está al revés!
En Quito, decenas de personas llegan en estado crítico a los centros de salud, mientras que las que solo tienen una gripe acuden a los hospitales
Un hombre llegó en el asiento del copiloto a la puerta principal del centro de salud de Guamaní, en el sur de la capital. Estaba agonizando. Su hermano, quien conducía el vehículo, le pidió al guardia de seguridad que lo dejara pasar al área de emergencias, pero este se lo negó. En su lugar salió una doctora y le preguntó al paciente qué síntomas tenía, pero el señor, de unos 45 años, no respondía.
Estaba pálido y con su mirada desesperada intentaba pedir ayuda a la médico, quien se dio cuenta de su estado y le revisó el oxígeno en su sangre. Saturaba 40 y el nivel normal para una persona es de 95.
Por esta razón, la doctora le dijo a su pariente que lo trasladara de urgencia al hospital más cercano porque en ese lugar no tienen tomas de oxígeno y el hombre necesitaba ser internado por su condición.
Este fenómeno ocurre a diario en la capital. Personas que se encuentran en estado crítico quieren ser atendidas en dispensarios médicos. Y pacientes que tienen una gripe normal buscan ayuda en los hospitales. Todo al revés.
Según varios especialistas, es una de las razones por las que se satura el sistema de salud.
El médico internista guayaquileño Iván Barreto explicó que en el contexto de la pandemia por el coronavirus, la atención primaria se encarga de captar a los pacientes sintomáticos leves y evitar que se agraven. Los lugares destinados para esto son los centros de salud y dispensarios.
El segundo nivel de atención son los hospitales, que cuentan con espacios de cuidados intensivos, laboratorios de rayos X, espacios de tomografía, entre otros. Y la atención terciaria son los centros hospitalarios más complejos, donde se realizan trasplantes o cirugías.
El Hospital IESS, Quito Sur, es de segundo nivel. En este lugar desde que se registró el primer caso en la capital han ingresado 3.639 personas con COVID-19 y síntomas del virus. El gerente Danilo Calderón también concuerda en que las personas que no tienen síntomas graves acudan a los dispensarios, para que no quiten un espacio a quien verdaderamente lo necesita.
Según su experiencia en el IESS Quito Sur, suelen ir personas que se automedican. “En lugar de hacer eso deberían acudir al dispensario médico de su barrio”. Calderón añadió que cada persona contagiada que permanece en el hospital o en las afueras puede infectar a otras 12.
Entre sospechosos y mujeres embarazadas
Afuera del centro de salud de Caupicho, en el sur de la ciudad, una guardia de seguridad con un traje antinfluidos sale hasta la puerta principal, donde esperan decenas de personas.
La mujer pregunta los síntomas de cada uno conforme van llegando y les indica a dónde deben ir.
Al dispensario arriban mujeres embarazadas, personas con problemas respiratorios y todos están juntos hasta que los direccionan.