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¡Bien ‘perreado’ y al hueco!
En redes circulan los videos de la ‘despedida’ de Cristian Lamilla, quien murió tras un accidente. Jefe de la Policía dijo que la víctima cometía robos.
Lo mandaron bien meneado al descanso eterno. Sobre el féretro de Cristian Alexis Lamilla Litardo sus amigas bailaron reguetón, perreo sucio, salsa choke y todo ritmo que el Ruso disfrutó con sus ‘panas’ en Quevedo.
Y pese a que la ‘rayada’ despedida sucedió la tarde del pasado martes, los videos del ‘alocado’ funeral siguen circulando en redes sociales y han generado el rechazo de algunos ciudadanos por la forma en cómo se los realizó.
Verónica Barreiro, residente del sector El Desquite, dijo que eso ocurre cuando en el hogar hay un descontrol total de las cosas que hacen los jóvenes y eso debe cambiar para que exista una mejor sociedad.
“Gracias a Dios no me gusta el reguetón, el ‘perreo’, ni esos bailes obscenos”, comentó, por lo que hizo un llamado a la conciencia de los jóvenes que en un momento de dolor y luto “no se puede andar haciendo este tipo de cosas”.
Para la sicóloga Teresa Correa, quien trabaja con adolescentes en una institución educativa local, esa actuación es una conducta de personas que quieren hacer las cosas como les parecen y les agrada el desorden, manifestando sus emociones placenteras.
“Los jóvenes que se dejan llevar por el placer y la moda, en su mayoría, no cumplen con sus actividades académicas, presentan inestabilidad emocional y, por lo tanto, dan mal ejemplo a la sociedad, especialmente a los niños”, expresó.
lo mandaron ‘a volar’
Lamilla Litardo, de 23 años y conocido como el Ruso, murió el pasado domingo cuando se movilizaba en su moto.
El jefe de la Policía Judicial, Geovanny Argüello, indicó que antes del percance el Ruso habría estado cometiendo algunos robos en este cantón de la provincia de Los Ríos.
Según Argüello, él junto con otra persona asaltaron a una mujer en la vía Walter Andrade. Luego un vehículo Suzuki SZ los persiguió y los sospechosos empezaron a disparar contra el carro.
El conductor del automotor les cerró el paso cerca del parque Rotario y los mandó ‘a volar’. Debido al impacto, Lamilla quedó gravemente herido, pero después perdió la vida.
Rumba y nada de lágrimas
Cuando familiares y amigos se aprestaban a llevar el cofre con los restos del Ruso se prendió la ‘fiesta’ en la parroquia Venus del Río, donde era velado el joven.
Los ‘panas’, en su mayoría mujeres, al ritmo pegajoso del reguetón, ‘perrearon’ encima del ataúd ante el júbilo de los jóvenes asistentes.
No hubo lágrimas como en un velorio normal, más bien ‘zumbó’ la rumba.
Previo al sepelio en el cementerio Jardines de la Paz, las amigas bajaron la caja para dedicarle desde salsa choke hasta el reguetón de ‘La quemona’.
Abrían el cofre y se meneaban con los ritmos camino al camposanto.
Mientras que el rugido de las motos no paraba de sonar. Sus amigos también sacaron armas de fuego y dispararon al aire, como homenaje por su muerte.
Cecilia Litardo, tía de Lamilla, dijo que su sobrino era una persona alegre y como todo joven le gustaba salir, “solo cuando lo buscaban él no se dejaba”, expresó. (DV)