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Drago estuvo a punto de morir por una anemia aguda. Al parecer nunca fue alimentado y el can comió plástico, trapo y correas.Cortesía

'Perra' estafa: Supuesta banda de seudoveterinarios operaría en Guayaquil

Perros perdidos, gatos con malas prácticas, mascotas fallecidas, son el resultado del trabajo de una aparente red que ofrece esterilizaciones económicas en el Puerto Principal y Durán. Denunciantes alertan a la ciudadanía

Lo que era una ganga se volvió dolor para Ana Fuentes, quien no olvida la primera semana de junio de 2020, días en los que Drago, su pitbull rescatado, vivió una traumática experiencia, descuido posoperatorio. Todo inició con una publicidad en Facebook que ofrecía el servicio de esterilización de mascotas a bajo costo, más transporte gratuito.

La cuenta Esterilizaciones DogCat ofertaba la esterilización en 15, 20 y 25 dólares, cuando una intervención como esta suele costar entre 80 a 200 dólares, con todos los protocolos (varía según la clínica).

Lo barato atrajo a Ana, quien entregó al can para la operación, la cual fue ejecutada, pero Drago se sacó los puntos, por eso regresó a la supuesta veterinaria. Pasaron cinco días y el ‘peludo’ volvió a su hogar, flaco y sedado.

Restos de trapo, correas y plástico se hallaron en el interior de Drago.Cortesía

“No ha querido comer, me dijeron. Al día siguiente lo llevé a una veterinaria porque tenía fiebre y no se podía levantar, le hice una radiografía y eco; se halló un material extraño en su estómago e intestino. Se iba a morir, tenía anemia aguda. Se lo trató y expulsó por tres días trozos de trapo, plástico y correa”, dice.

Drago quedó con secuelas, no puede correr porque tiene un problema en el bazo; no puede ejercitarse mucho porque le da fiebre y vomita. “Después de lo que pasó, no confía en extraños y es agresivo”, cuenta su dueña.

Detalle de la herida de la gata Lucy.Cortesía

Cosida con hilo de pescar

Hilos de nylon de pescar, no suturas quirúrgicas, fue lo que sacó la doctora Beatriz Cabrera del cuerpo de Lucy, la gata de Carolina Mora. La felina fue víctima de una mala práctica.

“Mi sobrina vio en Facebook la publicidad y me dio un número. Hablé con Pamela Morante, concretamos el servicio. Un motorizado fue por mi gata el 7 de febrero pasado, ese día empezó la tortura”, manifiesta Mora.

Lucy no regresó a casa ese 7 de febrero, apareció luego de 15 días, debido a las llamadas y la ‘persecución’ digital en redes que aplicó su ama y parientes.

El retorno fue impactante para Mora, su mascota tenía una cicatriz de 10 centímetros. El animal sufrió cinco cirugías, sus músculos no resistían una más. La doctora cuenta que Lucy llegó con la herida contaminada.

Cabrera, expresidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas del Guayas, asevera que estas prácticas fraudulentas no son nuevas y que las ha denunciado en 2013. “Las autoridades se hacen de la vista gorda”.

Captura de una de las publicidades que circulan en las redes sociales.Cortesía

5 años tras sus pisadas...

La periodista e integrante de la fundación Trato Ético de Animales (TEA), Mónica Chonillo, cuenta que en 2016 denunció a Morante en la Comisaría Provincial de Salud. “En ese tiempo ellos tenían la competencia de las denuncias de fauna urbana. Lo hice porque estaba realizando campañas de esterilización clandestina en su vivienda, en Los Vergeles”, rememora.

La competencia pasó al Municipio de Guayaquil, y Chonillo volvió a denunciar a los supuestos veterinarios. El Cabildo aplicó una sanción por emplear la casa (Los Vergeles) para algo que no está autorizado.

Según la activista, la persona que hacía el trabajo no contaba con título veterinario, pero tenía práctica para esterilizar. Al grupo se habría integrado la pareja de Morante, Michael Job Guerrero Rivera.

“Morante es bachiller y se hace llamar doctora Cecibel. Las campañas las promocionan en redes sociales, en diversas cuentas (SuperCat, DogCat, Animalove, entre otras). No solo operan en Guayaquil, también en Durán y otros cantones, han entrado a ciudadelas privadas. Si uno pide una dirección, dan una falsa, preguntas el nombre del veterinario y no lo proveen”, asegura Chonillo.

Ana Fuentes dice que algunos de los afectados no denuncian porque no sienten el apoyo de las autoridades y porque los implicados conocen las direcciones de sus domicilios.

EXTRA se comunicó desde el 20 de septiembre a los dos números telefónicos que aparecen en las publicidades de la aparente brigada de esterilización para conocer la versión de los implicados, en uno nunca contestaron y en el otro una persona dijo que era número equivocado. También enviamos mensajes de WhatsApp, solo uno fue leído, pero tampoco obtuvimos respuesta. 

La dueña de Lucy afirma que su gatita se restableció con dióxido de cloro.Cortesía

Posibles sanciones

Actualmente las referidas denuncias están en investigación previa; por lo tanto, gozan de reserva de la información, según lo dispone el artículo 584 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

El fiscal Jackson Lima expresa que el delito de estafa está tipificado en el artículo 186 del COIP y la pena privativa de libertad es de 5 a 7 años.

El maltrato animal es delito de acción privada y no interviene la Fiscalía, sino un juez. La acusación particular (la querella) la presenta la víctima

El estrés postraumático le cambia el comportamiento

Drago cambió su comportamiento, después de lo vivido y es normal, aclara la doctora Fabiola Jiménez, máster en etología clínica (ciencia que estudia el comportamiento animal).

La especialista sospecha que en este tipo de redes hay hacinamiento de mascotas, factor que estresaría a la fauna y a eso hay que sumarle los olores de sangre, ladridos, llanto, que vuelven más traumática la situación.

“Este estrés es tan tremendo, es torturar a un animal, es como meterlo a la cámara de gas del holocausto; y encima está sin su protector o tutor cerca, su imagen de seguridad”, dice Jiménez.

“Tener cerca a un extraño puede ser sinónimo de que probablemente lo vayan a maltratar. Aunque haya pasado una sola vez, debió ser tan fuerte que lo marcó”, explica.

El trauma y la reacción es igual tanto en canes como en felinos.

Un animal asustado tiene dos comportamientos: ataca o huye. “Puede ladrar, que tenga las intenciones de morder y que realmente muerda. A las personas que viven con ellos se les dificulta acariciarlo, manipularlo porque a lo mejor se siente desconfiado y va a reaccionar. Retraerse, esconderse, no tener ganas de jugar, es parte de la conducta”, detalla la etóloga.

El estrés postraumático que experimentan hace que no se alimente, también puede generarle cualquier tipo de enfermedad, incluso hasta cáncer.

“Puede caerse el pelo, que le salgan erupciones en la piel, pueden presentar problemas digestivos, respiratorios y cardíacos. El gato es más susceptible que el perro. A los canes lo sacan a pasear, lo llevan a guardería y disminuye de cierta forma el estrés, el gato no, es más complejo lograr que disminuya en él”, concluye. 

Max no solo es la mascota de María Auxiliadora, es parte de su familiaCortesía

Una familia lo espera

Max es un golden retriever color dorado, que está desaparecido desde el 13 de septiembre. El can fue entregado a Michael Guerrero para que lo esterilizaran, pero nunca regresó a sus dueños, así lo determina la denuncia presentada por María Auxiliadora Loor, propietaria del ‘peludo’.

“Los contactamos por Facebook, la cuenta se llamaba Animalove y llamamos a los teléfonos que aparecían en la publicidad. En cuatro horas supuestamente regresaban a Max, pero solo nos dijeron que se había escapado. Les escribimos al celular y no respondieron. Averiguamos la dirección de su casa, en Los Vergeles, fuimos y no salieron. Volvimos a escribir y le dijimos que los íbamos a denunciar, nos respondieron que nos atengamos a las consecuencias, que a la próxima no nos esperarían con flores, sino con plomo”, indica la denuncia.

María no sabe si su mascota está viva o muerta, solo conoce que su ausencia es un episodio doloroso para su familia.

“Mi hijo me pregunta por el perro, yo digo que está de paseo. He difundo sus fotos, he salido a buscarlo, incluso damos recompensa de 1.000 dólares a quien nos ayude a recuperarlo”, indica.

Pilas con este dato

  • Todo animal debe de ser esterilizado en un quirófano; y en la sala debe de estar un cirujano y sus ayudantes. Una cirugía de abdomen tiene que hacerse en una clínica veterinaria, no consultorios.