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Cuqui Brown gana destrezas en el centro de rescate YanaCocha.Cortesía

¡El perezoso que comía café con pan!

El 20 de julio, la Corte de Napo negó un habeas corpus a una familia amazónica que no quería perder a un oso al que consideraban su mascota.

Cuqui Brown vivía en The Marquis, un reconocido restaurante del centro de Tena, en Napo. El oso perezoso de dos uñas llegó al lugar muy pequeño. Al criarse con humanos no aprendió a trepar árboles, a comer frutos y a defenderse de los depredadores. Ahora se rehabilita tras ser rescatado por las autoridades locales.

El oso aparecía, con frecuencia, en fotos subidas a las redes sociales de los comensales. Eso alertó de un nuevo caso de “mascotización” de animales silvestres, prohibido en Ecuador. El allanamiento se hizo el 26 enero de 2022 por la Unidad Nacional de Policía de Protección del Ambiente, Fiscalía y la Dirección 8 Napo del Ministerio del Ambiente.

Los cuidadores de Cuqui Brown aseguraron que lo amaban como a un “hijo” y lo alimentaban con pan y café. En las investigaciones se supo que no era la primera vez que la familia tenía a un perezoso como mascota.

Cuando Cuqui fue retirado sus cuidadores interpusieron un habeas corpus para recuperarlo. Protección Animal Ecuador (PAE) actuó en la diligencia como amicus curiae. El recurso judicial fue negado en segunda instancia el 20 de julio.

Erróneamente se basaron en el caso de la mona Estrella, de 2019, en el que la justicia ecuatoriana analizó la devolución de una mona capuchina a una familia ambateña que la crió por 18 años. Pero la primate murió en el refugio donde se encontraba. Este caso motivó a que el 27 de enero de 2022 la Corte Constitucional reconociera que los animales silvestres son sujetos de derechos.

No se rendirán

El animalito no tenía mucha destreza natural tras convivir con humanosCortesía

Paúl Marquis, propietario del restaurante, no se resigna a perder al perezoso. Dice que extraña llevarlo a su finca o verlo recorrer el local, donde dormía en una choza de paja de monte. “Mi esposa le colocaba un trapito, algo para que se acomodara mejor y no le dolieran los huesitos”.

A Cuqui lo bajaron de un árbol, después de que su madre lo pariera y la matara un felino. “Lo rescatamos prácticamente agónico y junto a mi esposa creció alimentándose con leche”.

Los primeros días, el oso se enroscaba tratando de sobrevivir. Paúl explica que se veía redondo como una “galleta” o ‘cookie’ en inglés. De ahí su nombre.

Reconoce que el perezoso comía pan y pepas de café porque él y su esposa procesaban estos alimentos en el restaurante, pero también se alimentaba de frutos y flores especiales. “Queremos recuperar a Cuqui. Vamos a apelar a la Corte Superior de Quito, tenemos 30 días”, argumentó.

Una nueva vida

Cuqui ahora vive en el Centro de Rescate YanaCocha, a 3 kilómetros del Puyo. Llegó con 4 kilos de sobrepeso, caries y sialorrea, que es un problema de encías; las garras destrozadas y largas, lo que impedía que trepara a los árboles. Además, su pelaje carecía de hidroponía para protegerse del sol y la lluvia.

A Raúl Cuatrecasas, biólogo y subdirector del centro, le tomó dos meses lograr que Cuqui cambiara su dieta de pan y café por frutas y hojas. “No comía nada cuando llegó. Me daba mucho miedo que el animal se estrese y fallezca”.

Desde que llegó a este centro, que recibe 500 animales al año, 100 de ellos mascotizados, se recupera. Ha perdido peso y realiza ejercicios que activan su cerebro e impiden que se estrese. Incluso, dice Cuatrecasas, “se deja cepillar la dentadura”.

Se desconoce la ley

Las cifrasEXTRA

Según el Ministerio del Ambiente, en Orellana, Sucumbíos, Napo y Pichincha se reportan más decomisos de especímenes vivos. La ciudadanía, que desconoce las leyes, se apropia de las especies sin saber que esto no es permitido.

Christian Merino, responsable de la oficina técnica Tena, dirección 8 Napo, explica que el Código Orgánico del Ambiente tipifica como “sanción muy grave” la mascotización de especies silvestres, que incluye el decomiso del animal y una multa entre 425 y 85.000 dólares, según los ingresos económicos del infractor.

Según la cartera de Estado, los animales más traficados y mascotizados son los pericos caretirrojo, guacamayos y los loros cabeciazul, alinaranja y harinosa (Amazona farinosa). Reptiles como las boas, tortugas, caimanes, así como monos, cusumbos, ardillas y coatíes.