Exclusivo
Actualidad

Los comuneros recorrieron la zona donde ocurrió la desgracia para buscar a una de las víctimas.René Fraga

¡Penando junto al río Monjas!

Dos murieron y uno, menor de edad, no había sido hallado. Al menos 300 comuneros de Saquisilí llegaron a Quito para ayudar en la búsqueda

Desde la comunidad de Chillapata, del cantón Saquisilí, llegaron unos 300 comuneros para ayudar con la búsqueda de Tadeo, un niño de 11 años, luego de que el caudal del río Monjas se lo llevara a él y a sus dos tías, la noche del martes.

La comunidad acompañó a sus progenitores hasta La Esperanza, en el norte de Quito. José Cilla, padre del menor, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, había rezado toda la noche. “Dicen que puede estar por Guayllabamba”, relata.

Su esposa no podía hablar, sus familiares la sostenían, le daban agua para intentar calmarla. Tadeo iba a cumplir 12 años el próximo 5 de mayo.

“Solo nos despedimos, me dijo: ya vengo”, comentó José, mientras los comuneros caminaban por la orilla del río y se trepaban por los escombros que dejó la corriente de agua. Ni un rastro.

Estaban reciclando

Sandra Guamán, Joselin Toapanta y Tadeo llegaron la mañana del martes a Quito para cumplir con tareas de reciclaje en el río Monjas.

Según el teniente de Bomberos, Pablo Andino, el caudal creció abruptamente por las lluvias y ellos estaban demasiado cerca. “Desbordamiento no hubo, pero hay sitios vulnerables porque el acceso es demasiado fácil”, agregó.

El río se llevó a las víctimas aproximadamente a las 17:00. A Joselin la encontraron unos metros más abajo de La Esperanza casi enseguida. A Sandra la hallaron junto a un rejilla a la medianoche del martes.

Sandra Guamán fue rescatada después de siete horas luego del incidente.Cortesía

Rosa Guapi, madre de Sandra, se quedó junto al río, penando, arrimada en un muro. “Están haciendo los papeleos para llevarnos el cuerpo, pero no puedo soportar estar ahí”, lamentó.

Su hija residía en Saquisilí junto a su esposo y deja un niño de ocho años en la orfandad. Antes de la pandemia de COVID-19 laboraba en el mercado San Roque vendiendo verduras.

La crisis la orilló a volver a la comunidad. “Era mejor trabajar la tierra, pero como también sabía de reciclaje, venía de vez en cuando a recoger metales”, comentó Juan Guapi, tío de Sandra.

Joselin, de 18 años, y el menor la acompañaron a su último día de labores.

El procedimiento

Según Andino, la búsqueda no concentró ayer en el punto donde fueron arrastradas las víctimas, sino que los socorristas, divididos en seis equipos, siguieron el caudal del río. Se han revisado aproximadamente 24 kilómetros.

“Estamos trabajando en conjunto con equipos de la Policía y del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), así como grupos especializados en aguas rápidas y cañones”, informó.

Sin embargo, existe un punto, en San Antonio de Pichincha, donde la quebrada es más profunda y el río se vuelve más correntoso al unirse con las aguas del Guayllabamba. “Las labores de extracción son demasiado riesgosas. Lo vamos a manejar con drones y cámaras”, enfatizó el bombero.

Más apoyo

Los comuneros de Chillapata continuaron con la búsqueda en los tramos en los que hay fácil acceso. José Cilla dijo que un nuevo contingente de hombres está en camino para apoyar en estas labores.

La mañana de ayer hubo sobrevuelos en la cuenca del río sin éxito. Andino expresó que se realizarán más conforme avancen los expertos por tierra. “Tenemos que recordar que la fuerza de la naturaleza es impredecible y frente a eso no hay poder humano. Estamos haciendo todo lo posible”, dijo.

Mientras tanto, José sigue confiando en sus vecinos y en los rezos de su esposa. “Que sea lo que Dios quiera”, concluye.

Los padres del pequeño ruegan para que los rescatistas encuentren su cuerpo.René Fraga

Los cuerpos serán llevados a su comunidad, donde se realizará una ceremonia.