Con el féretro sellado con plástico aislante por el estado de descomposición, se veló por una noche el cuerpo de Leonidas Apo Hidalgo, de 23 años.

El ciudadano desapareció el 9 de noviembre, pero luego, tras la petición de tres mil dólares (que no fueron entregados) por su supuesto rescate, hallaron su cadáver en un camino de segundo orden, en Guano (Chimborazo).

En las afueras de la morgue de Riobamba, sus hermanos lloraban desconsolados y exigían justicia, mientras se realizaba la necropsia. “No puede ser que lo maten así, él era bueno, deja dos hijos”, sollozaba su hermana.

Según relataron, Leonidas fue secuestrado y, al no poder entregar el dinero exigido, encontraron su cuerpo a los 13 días en un camino de segundo orden que une el balneario Los Elenes de Guano, con la parroquia Cubijíes. “Estaba en completo estado de descomposición, ahí entre unas matas de zigzes”, afirmó su hermano.

Su esposa reportó haber recibido dos mensajes: uno pidiendo 3.000 dólares por su liberación y otro la noche del lunes 22 de noviembre indicando el sitio donde debían encontrar el cadáver. “Está a dos cuadras de dos árboles unidos”, fue la referencia dada, según manifestó una fuente a EXTRA.

Ahora los familiares están asustados porque de igual manera dicen que les están exigiendo el dinero.

El jefe de la Subzona 6 de Policía, Víctor Hugo Ordóñez, informó que ese 9 de noviembre el joven recibió una llamada para que cotizara unos trabajos de construcción y albañilería. Luego dejó a su esposa en Riobamba y se dirigió en un taxi al lugar indicado.

Por la noche, la conviviente le envió un mensaje para preguntarle dónde estaba y él supuestamente le respondió que en Guano. Y desde ese momento se cortó toda comunicación.

Al día siguiente, al ver que no llegaba a su hogar, se presentó la denuncia en la Fiscalía y se activó el protocolo por persona desaparecida. “Dinased inició las investigaciones, se rastreó el teléfono, se tomó contacto con el taxista, se verificaron versiones, cámaras, se difundió por todos los medios posibles, pero no hubo resultados”, indicó el comandante.

El 17 se recibió el presunto mensaje extorsivo, por lo que la Policía refirió el caso a la Unase. “Inmediatamente se cambió la figura a un secuestro, se activaron los protocolos, verificaron teléfonos, pero no hubo más comunicación hasta el mensaje del 21 (cuando informaron dónde estaba el cadáver)”, añadió el oficial.

Esa misma noche acudieron al sitio, pero por la oscuridad no hallaron nada. Al día siguiente volvieron y fue allí cuando encontraron a Leonidas, quien, según el resultado de la autopsia, tendría más de 10 días de fallecido, o sea que cuando se exigió el dinero ya estaba muerto.