Son perros de raza grande y están preparados para ‘olfatear’ la delincuencia dentro del transporte municipal de Quito.

Están entrenados para disuadir a los ‘choros’ y, de ser necesario, neutralizarlos. Son nueve caninos: seis machos y tres hembras. Hay rottweilers, pitbulls y dóberman.

La mayoría de ellos fueron rescatados porque vivían en condiciones deplorables. Incluso, algunos casi son sacrificados, como el caso de Falcao, un dóberman de dos años que mide 90 centímetros y pesa 72 kilogramos.

Actualmente es el líder del escuadrón canino. Cuando lo rescataron, sus dueños no le daban de comer y lo maltrataban. Un día lo quisieron dormir, pero Luis Lascano, instructor de adiestramiento y supervisor de la Empresa de Pasajeros de Quito, le salvó la vida.

Son las 08:00, hora pico en la ciudad. La estación del Trole de El Recreo, en el sur, está llena de pasajeros. Lascano le coloca un chaleco a Falcao. Este levanta la pata derecha como diciendo que está preparado para la acción.

El patrullaje empieza en las largas filas de usuarios que esperan una unidad para dirigirse al norte de la urbe.

Lascano explica que el objetivo de los operativos con los canes es que su imponencia intimide a los delincuentes, para que estos reaccionen ante su presencia y pillarlos.

Cuando lo hacen, los inspectores de seguridad les requisan sus pertenencias. Suelen encontrar armas blancas y estupefacientes. “Los perritos sienten la energía negativa de las personas Los ladrones, generalmente, se asustan cuando los ven”.

En una ocasión, Falcao neutralizó a un ladrón que pretendía atacar a una señora en la parada de los corredores en El Tejar. El cuadrúpedo se lanzó al delincuente cuando este abrazó a su víctima para quitarle el celular.

“Ellos están entrenados para golpearlos y mandarlos al suelo. No ha habido un caso en el que tenga que ordenar que muerdan a alguien”.

Perros guardianes

Mauricio Cerón, coordinador de seguridad de la Empresa de Pasajeros, señala que uno de los propósitos es enseñarles a los canes a detectar drogas, para que ellos identifiquen directamente a estos sospechosos sin tener que requisarlos.

Por el momento, están amaestrando a las perritas para que acompañen a las personas vulnerables y con capacidades especiales durante su recorrido, hasta llegar a su unidad.

Roxana Portillo es una pasajera que utiliza este sistema de transporte a diario y enfatiza que la presencia de los perritos ha sido importante para evitar robos y detener a los ‘choros’.

Ella admite que dan un poco de miedo, pero al verlos de cerca se conmueve. Incluso acaricia a Falcao, quien le extiende su pata como respuesta.

Cerón añade que su objetivo es entrenar a más perritos para resguardar la mayoría de paradas. Tienen 42 perros comunitarios en las diferentes estaciones. Ellos son entrenados una vez a la semana por Falcao y su grupo de patrulleros caninos, para preparar a la próxima manada de seguridad.

Los perros están listos para colaborar en los diferentes operativos que se ejecutan frecuentemente en la capital.