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¡‘Patean’ a los microtraficantes en Quito!
Las disputas por territorio en Quito se dan por las ganancias que les genera el negocio. En La Ferroviaria, por esta problemática, hubo dos baleados.
El parque mirador del Centro de Arte Contemporáneo de San Juan, zona céntrica de Quito, quedó aparentemente limpio de vendedores y consumidores de droga.
Hasta el pasado lunes, el lugar era el punto neurálgico del comercio de estupefacientes al menudeo.
Ahora, en ese espacio, la policía Antinarcóticos ganó una batalla a los narcos, algo que Mariela Cobo, representante del barrio, agradeció a los uniformados. Pero la guerra contra el microtráfico continúa y, en Quito, parece que va ganando más terreno...
Una de las razones de este incremento es la rentabilidad que se obtiene en este negocio ilícito, según Giovanni Ponce, jefe de la Dirección Nacional de Investigación Antidrogas. “Un kilogramo de cocaína puede costar de 4 o 5 mil dólares. Pero al vender por dosis, el precio se incrementa”.
en su territorio”.Giovanni Ponce
jefe nacional de Antinarcóticos
Si bien no es un fenómeno nuevo, el aumento de disputas sí lo es. Ponce explicó que con el paso de los años, en la capital se han ido diversificando los vendedores de droga al menudeo, invadiendo más territorios para su comercialización.
Como resultado, hay grupos delictivos que quieren monopolizar las zonas, el negocio y también a los clientes. Y, en definitiva, los traficantes pretenden acabar con la competencia que hay entre ellos, resumió el jefe de Antinarcóticos.
Bandas ligadas a las cárceles
Un sector donde se evidenció esta fuerte disputa fue La Ferroviaria, en el sur. Hace poco más de 15 días, dos hombres fueron baleados luego de una pelea por una transacción de drogas, en la calle Roberto Thompson y Nariz del Diablo.
Por este hecho hubo un detenido, quien confesó en la audiencia de flagrancia que todo se dio porque peleaban territorio para vender su ‘producto’. Ahora, en el sitio donde quedaron los cadáveres, hay dos grafitis con los nombres de los acribillados.
“La policía estuvo patrullando unos tres días después de las muertes y luego ya no”, dijo una habitante, sin mencionar su nombre por temor. La situación actual volvió a ser la misma, acotó la mujer.
Cerca de su casa –contó–, los vendedores de droga abundan, así como los que compran y consumen en la calle sin que nada importe. Y no solo eso.
Otro de los residentes, quien también prefirió no identificarse, aseguró que en La Ferroviaria los traficantes se dedican a extorsionar a diversas familias. “Los amenazan de muerte si no les dan dinero”.
Pero lo más preocupante, según el habitante, es que el barrio fue tomado por bandas que estarían ligadas directamente con los crímenes ocurridos en las cárceles, en febrero pasado. “No podemos vivir tranquilos”, acotó.