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Pakistán retira la castración para violadores de una ley por ser antislámica
El Gobierno decidió retirar la cláusula después de que el Consejo de Ideología Islámica anunciara que este castigo va contra el Islam
Pakistán retiró una cláusula prevista en la Ley Penal aprobada esta semana que establecía la castración química como posible pena para violadores al considerarla en contra del islam, revelaron este viernes las autoridades paquistaníes.
"La castración química para violadores habituales fue eliminada del Proyecto de la Enmienda a la Ley Penal de 2021 antes de que fuera aprobada por la sesión conjunta" del Parlamento el miércoles, dijo a Efe la secretaria parlamentaria para Legislación y Justicia, Maleeka Bukhari, tras adelantar la medida en una rueda de prensa.
Bukhari explicó que el Gobierno decidió retirar la cláusula después de que el Consejo de Ideología Islámica, un organismo gubernamental que interpreta la legislación desde la perspectiva del islam, anunciara que la castración química era "antislámica".
La castración química había sido aprobada a finales del año pasado a través de un decreto presidencial como respuesta a polémicas violaciones ocurridas en el país, pero el Gobierno debía ratificar la medida en el Parlamento para hacerla permanente.
La drástica decisión había contado ya con numerosas críticas de activistas de derechos humanos, que consideraban que este castigo no ayudaría a erradicar la violencia sexual y que además era contrario a las normas internacionales.
Amnistía Internacional protestó
La agrupación pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) había denunciado ayer en un comunicado la nueva ley aprobada esta semana en Pakistán.
"Esta legislación cruel e inhumana no solo viola las obligaciones legales internacionales y constitucionales de Pakistán. Tampoco hará nada para abordar el flagelo de la violencia sexual", había afirmado en la nota la activista de AI para el Sur de Asia, Rimmel Mohydin.
Así, añadió, "en lugar de aumentar los castigos, las autoridades deben abordar los problemas profundamente arraigados en el sistema de justicia penal que invariablemente niegan justicia a las víctimas" o la falta de sensibilidad y preparación de la Policía.
El decreto había sido aprobado por el Gobierno paquistaní tras la violación en septiembre del año pasado de una mujer frente a sus dos hijos después de que el vehículo en el que viajaban durante la noche se quedara sin gasolina en plena carretera.
El hecho de que un jefe de Policía de la ciudad de Lahore culpase a la mujer por viajar sola de noche empeoró la situación, desencadenando una ola de indignación en Pakistán y la reclamación de medidas urgentes por la falta de protección hacia las mujeres.
Antes de la violación de la mujer frente a sus hijos, habían ocurrido desde 2015 una serie de abusos a menores que sacudieron el país, como la revelación de una red de pederastas que había filmado a al menos 19 niños