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Todos los años, la abuela de Jhordan enviaba desde España la roba de sus bisnietos. Casi toda ha sido donada a una iglesia.Amelia Andrade

Matanza en el Guasmo: “No tengo nada que ver con ninguna banda, quiero limpiar mi nombre”

A 8 días de la masacre, Jhordan cuenta su verdad y revela cada segundo del atentado y el dolor que sintió cuando su hijito de 3 años murió en sus brazos

“Siento que mi corazón es una piedra. Trato de no pensar, veo en mi celular las fotos de los bebés, de mi esposa, quiero llorar, pero no puedo. Hago de cuenta que ella y los niños están en la casa de su papá”, manifiesta Jhordan, el padre y esposo de las 5 víctimas del atentado registrado el lunes 11 de diciembre en la cooperativa Guayas y Quil, del Guasmo sur.

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El guayaquileño, de 28 años, y su pareja, de 24, tenían casi una década de relación. Se conocieron a través de una red social, se enamoraron, se casaron y procrearon cuatro hijos. El ataque fue propiciado por individuos a bordo de un carro blanco, quienes desde la calle dispararon a través de la ventana y de la puerta.

A 8 días de la desgracia que lo consume, a su mente vuelven los instantes de la tragedia que le arrebató a quienes más amaba y por quienes se esforzaba para conseguir empleo.

“Habíamos terminado de merendar y mis dos hijas, de 7 y 5 años, se fueron al cuarto a ver televisión. Mi hijo de 3 años jugaba con su monopatín, mi bebita en 5 meses estaba en el andador, ambos en la sala. Mi esposa estaba a mi lado. En ese momento escuché que un carro se estacionaba frente a la casa. Todo fue tan rápido, corrimos al cuarto para proteger a las niñas, fue en ese momento en que las balas entraron al cuerpo de Rosita, ya mis hijos estaban heridos”, rememora.

Con pesar, el papá y la tía de Rosita recuerdan cómo fue el último domingo con ella y sus niños.Amelia Andrade

Los niños y su madre fueron sepultado en el mismo camposantod e Pascuales. Los niños el jueves, y ella, el viernes.

La niña de 7 trató de proteger a su hermanita de 5 con su frágil cuerpo, por eso presentaba el mayor número de tiros.

Jhordan fue testigo de la muerte de sus dos hijitos menores. El niño de 3 años falleció en sus brazos y la bebita en los brazos de su abuelastro.

Hoy solo pide justicia y que su imagen quede limpia, ante sus familiares, los de su esposa y de la ciudadanía, que piensa que era a él a quienes buscaban los sicarios. “Yo no tengo nada que ver con ninguna banda, quiero limpiar mi nombre y dejar claro que amaba a mi familia, estaba desempleado, pero ya me había salido trabajo, justo el día en que velaba a mis niños me llamaron de una empacadora. Debo presentarme mañana (hoy), pero aún necesito tiempo para comenzar, no he podido asimilar esta tragedia”.

Su madre, Olga, pide a la ciudadanía que no crean en lo que ven en redes sociales, en donde personas, ajenas al dolor que ellos sienten, responsabilizan a su hijo de la matanza y que era a él a quien llegaron a matar. “Ya las autoridades lo han dicho, el atentado no era a nosotros, sino a una casa de la cuadra. Allí es donde iban a matar a una persona, pero se equivocaron de casa”, afirma.

En esta casa de una planta y de color verde se suscitó la matanza. La casa de al lado habría sido el objetivo.EXTRA

Jhordan y Olga también cuestionan la actitud que la familia de Rosa tomó luego de que ella falleciera, dos días después del atentado. Sostienen que nos les permitieron despedirse de su nuera y que le dijeron que las iban a sepultar el sábado, pero lo hicieron un día antes.

  • Un beso y la bendición

El domingo 10 de diciembre, Juan despidió a la mayor de sus hijos con un beso en la frente y le dio la bendición. Aquel día Rosita, su esposo y sus hijos lo visitaron en su inmueble ubicado en el noroeste de Guayaquil.

“Mi hermana vende salchicha y ellos llegaron a comer. Pasamos todo el día juntos. Era mi engreída, mi consentida, para mí seguía siendo mi niña. Solo pido justicia que los responsables paguen este daño que nos han hecho. El tiempo pasará, pero no el dolor que sentimos”, expresa llorando Juan, de 66 años. (AEB)

  • Solo una persona está detenida

Dos días después de la matanza, la noche del miércoles 13 de diciembre, en las calles 32 y García Goyena, suburbio porteño, fue detenido Byron Steven Morales Barzallo, alias Borreguito. Él sería uno de los sujetos que perpetró este hecho.

Sin embargo, de acuerdo a la versión dada a las autoridades por quien habría sido el ‘blanco’ de los matones, junto a Borreguito llegaron otras cuatro personas, quienes serían miembros de una organización criminal contraria.

En el inmueble donde residía el presunto objetivo se encontraron 40 mechas utilizadas para la elaboración de explosivos y un altar dedicado a la Santa Muerte.

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