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Oenegé da una mano amiga a damnificados de incendio en Guayaquil
Perjudicados de un flagelo en el suburbio son asistidos por una organización social: les dan comida, fármacos y poco a poco les ayudan a parar su 'caleta'
Cuatro familias perdieron sus viviendas de construcción mixta en Ayacucho y la 22, suburbio de Guayaquil y una perdió su sustento, pues un taller de motos fue consumido por un incendio. Al parecer cocinar con carbón causó el flagelo, dicen los moradores.
El hecho no solo trajo pérdidas materiales, también causó heridas en algunos de los habitantes del sector, tales como quemaduras en primero y segundo grado, así lo manifestó Antonio Ricaurte, líder de la organización sin fines de lucro ‘Guayaquil sin pateos’, agrupación que ayuda a los damnificados.
La llamarada del pasado 23 de mayo (23:00) afectó a cerca de 30 personas. Solo dejó cenizas y escombros, pero los voluntarios de la organización social antes mencionada han visitado el área con su personal. Dentro de sus filas cuentan con médicos, tecnólogos en salud, arquitectos, entre otros, quienes desde su profesión dieron y siguen extendiendo su mano amiga.
Pero eso no ha sido todo, también se han hecho presente con la desinfección de la zona y la entrega de la olla solidaria: les llevan comida preparada y alimentos para que puedan sobrevivir. “Hasta ahora solo el Municipio de Guayaquil les ha llevado víveres, pero hasta allí, por eso nos hicimos presentes con curaciones a las personas que se quemaros, calmando el hambre de los necesitados y ayudarles poco a poco a parar sus casitas”, afirma Ricaurte.
El líder de la oenegé sostiene que las familias que perdieron sus hogares viven hasta el momento sobre los escombros. Aunque el siniestro les quitó sus bienes, no les quitó la vida y por eso agradecen a Dios.
Unos se arriman a los pocos muebles que lograron rescatar. Otros reciben con gusto la ayuda de ‘Guayaquil sin pateo’: chequeos médicos, fármacos, literas, camas, vestimenta, alimentos, utensilios de cocina y más.
Hace dos años este grupo social se dedica a asistir a las personas que consideran abandonadas por las autoridades. Van por Isla Trinitaria, suburbio, sectores dentro y fuera de la urbe porteña.
‘Guayaquil sin pateo’ es una organización fundada hace dos años, y tiene este nombre tan particular porque creen que los políticos ofrecen y no cumplen. “El pueblo siempre ha sido ‘pateado’ por ellos. Nosotros sí servimos, pero no engañamos, no damos falsas esperanzas a la gente”, expresa su cabecilla.