Las niñas que permanecieron secuestradas durante dos semanas, en el sur de Quito, continuarían bajo una situación de riesgo, pese a que los dos sospechosos del plagio están con prisión preventiva. La jueza Tania Molina González, de la Unidad Penal, dispuso que se oficie “a la Dinapen, a fin de que realice el seguimiento de este caso, en vista de que (...) se presume que las menores correrían riesgo, incluso dentro de su núcleo familiar”.

Las hermanas, de 11 y 12 años, desaparecieron de su casa el pasado 26 de mayo de 2024 y fueron liberadas el 8 de junio, de acuerdo a lo informado por las entidades oficiales. Durante la recuperación de las ñañas, fueron aprehendidos Nancy Narváez, de 56 años, y su hijo Álex Vargas, de 30. Ellos habrían mantenido a las víctimas, bajo engaños, en un inmueble del sector Solanda, en el sur capitalino.

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Para mantenerlas dentro de la casa, en contra de su voluntad, Álex Vargas hasta habría inventado la historia de un espíritu que pretendía llevar a una de las niñas, para que no pudieran salir, según expuso una de las afectadas a los investigadores, en una entrevista con expertos.

En el acta resumen del caso o en el parte policial, no se precisa qué motivó a esta madre y a su hijo a tener a las niñas en cautiverio, pese a que era público que las buscaban, pues sus imágenes circulaban a través de redes sociales.

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A través de X (antes Twitter), la Policía Nacional detalló que los sospechosos detenidos “estarían vinculados a los delitos de secuestro y abuso sexual”, pero no se dejó claro cuál era el fin planeado para las menores de edad, sobre todo porque -en los registros públicos- el joven y su madre detenidos no reflejan procesos judiciales o denuncias en contra, por alguna infracción penal.

Lo que sí consta en los archivos de la Función Judicial es una demanda de alimentos en contra de Álex Vargas, de 2018, por un hijo que, en agosto de ese año, tenía apenas cuatro meses. En la actualidad, debe tener 5 años.

Por su vástago, desde junio de 2018, el sospechoso debería pagar una pensión mensual, que empezó en 48 dólares y ahora se encuentra en $ 116,64. Sin embargo, desde esa fecha no ha cancelado los valores y ahora tiene 85 pagos pendientes que, incluyendo los intereses, suman 11.920,02 dólares.

En el parte policial se explica que “Álex Vargas había quitado el chip de su celular (de una pequeña), con el fin de que sea imposible rastrear el número de las niñas”. Esta información habría sido dada por la madre de las niñas a los uniformados, luego de que las pequeñas se lo contaran. En la Judicatura, la progenitora y el padre de las hermanas no registran procesos judiciales o denuncias en contra.

En el acta de la audiencia realizada en contra de los sospechosos, se explica que hubo un contacto a través de Facebook y que incluso el padre habría logrado hablar con Nancy Narváez. “Le dije que me devuelva a mis hijas y dijo que ellas no se iban por su propia voluntad”, dijo el papá en la diligencia, pero no se precisa cómo fue que logró comunicarse.

Lo que se detalla en el documento, es que el hombre estaba realizando una búsqueda barrio por barrio, para que alguien le ayudara con información. Tampoco se indica si fue de esta manera que alguien lo guio o contactó con la mujer.

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